Pellegrini se agarra a Fekir; Mendilibar, al sevillista Bryan
Betis y Eibar, necesitados en el partido del lunes (Gol, 21:00). Los verdiblancos seguirán sin Sergio Canales y a los armeros les falta su goleador, Kike García.
Nabil Fekir regresa de una lesión. Lo hace tres semanas y dos goleadas después para el Betis, en el Camp Nou y en San Mamés. Con Canales como baja de larga duración, Pellegrini y una parte de la afición helipolitana se agarran a Nabil como el náufrago al trozo de madera (sigue el partido en directo en AS.com). Fekir, que llegó como estrella reluciente y en Heliópolis apenas si ha brillado a cuentagotas, se convierte en la esperanza de un equipo que vuelve a ver negras nubes en su destino si no mejora la imagen que ha dado en bastantes de sus últimos partidos.
Porque este Betis se parece poco a aquel que convenció al inicio de Liga con partidos redondos ante el Valladolid o el Valencia. Se auguraban entonces unos tiempos diferentes bajo la dirección del Ingeniero, pero la realidad ha vuelto en forma sobre todo de sangría defensiva. 21 goles en 10 jornadas, un mal por cierto que Fekir por sí solo no puede evitar y que se propone agravar la rutilante aparición que ha surgido en el Eibar, el sevillista Bryan Gil. Cedido en Ipurua por el eterno rival del Betis, Bryan jugará esta noche un semiderbi mientras se hace hombre y futbolista en el regazo de Mendilibar. Ya es el líder ofensivo del equipo armero. "¿Cómo el Sevilla se ha podido desprender de este futbolista?", se preguntaba retóricamente Róber Correa tras una exhibición del barbateño ante el Getafe hace unos días.
La irrupción de Bryan Gil no ha servido todavía para que el Eibar subsane su gran defecto de esta campaña, la falta de tino arriba. Sólo ha anotado seis goles. Aún peor: hoy le faltará por sanción Kike García, que ha marcado tres, la mitad de esos tantos. 10 puntos contemplan a los armeros, acostumbrados con la humildad de su presupuesto a lidiar en el fondo de la clasificación. El Betis, con 12, necesita ganar ya para espantar durante algunos días al menos los fantasmas de otra temporada más pendiente del pozo que de la zona noble de la tabla.