NewslettersRegístrateAPP
españaESPAÑAchileCHILEcolombiaCOLOMBIAusaUSAméxicoMÉXICOusa latinoUSA LATINOaméricaAMÉRICA

EL PROTAGONISTA DE LA JORNADA 13

Andrés Martín, el talento Sub-21 que empieza a brillar en Vallecas

El mediapunta está de dulce. Sus goles (cuatro) y asistencias (cuatro también) han devuelto a la Franja al playoff. Su sueño pasa por ascender con el Rayo e ir a la Eurocopa con La Rojita.

Andrés Martín, el talento Sub-21 que empieza a brillar en Vallecas
JOAQUIN CORCHERODIARIO AS

Andrés Martín (Aguadulce, Sevilla, 11 de julio de 1999) ha pasado de promesa a realidad y parece decidido a tirar del carro del Rayo hasta llegar a Primera. En esta última jornada consiguió un doblete para ganar al Castellón. El punta admite que este inicio de temporada está siendo muy positivo para él: "Estoy muy feliz por mi doblete, el primero como profesional. Los dos goles son casi iguales. Espero marcar más y dar más asistencias para ayudar al equipo y estar lo más arriba posible. Estaba trabajando para alcanzar mi nivel y me siento contento".

No es para menos. Y es que, además de ser el máximo realizador del conjunto vallecano —empatado con Isi— con cuatro tantos y el máximo asistente, con cuatro pases de gol, es uno de los tres jugadores a los que Iraola ha utilizado en los trece partidos ligueros, junto a Comesaña e Isi. La llegada del técnico vasco le ha sentado muy bien, le ha dado confianza y el atacante se la está devolviendo con creces. Ya se ha hecho un sitio en el once.

Precisamente el míster ha mostrado su satisfacción con el rendimiento del futbolista y, tras los últimos encuentros, se ha deshecho en elogios hacia él: "Nos está dando mucho. Al principio más como revulsivo y lo quisimos aprovechar más tiempo. Siempre realiza un trabajo importante en la presión, entiende bien lo que queremos hacer. Me alegro de que le llegue el premio en forma de goles". Sin duda, este brillante comienzo le acerca, poco a poco, a su objetivo del curso. Además del ascenso con el Rayo, sueña con ir a la Eurocopa Sub-21. Allí, en La Rojita, tiene buenos amigos como el ex de la Franja, Fran Beltrán; Óscar Rodríguez, Álvaro Fernández y Alejandro Pozo.

Ampliar

Poco o nada está teniendo que ver esta campaña con la anterior. Andrés no terminó de rendir al nivel que se esperaba. Y en algunos momentos puntuales tuvo que ejercer como extremo de urgencia para Paco Jémez. Había llegado en el verano de 2019, procedente del Córdoba, con la etiqueta de gran promesa, aunque no pudo demostrarlo. Entonces, costó más de dos millones de euros —dos y medio según Transfermarkt—. Un desembolso que sólo la opción de compra por Advíncula (3M€) llegó a superar. El sevillano tiene contrato en Vallecas hasta 2024 y mucha hambre por demostrar su valía.

Andrés Martín es un jugador atípico. En unos tiempos en los que los radares de las canteras de los grandes clubes detectan los talentos, el punta se les escapó. No se crió en ninguna. Es más, con cuatro o cinco años daba patadas al balón en un albero. Dio sus primeros pasos en su pueblo, de poco más de 2.000 habitantes. De allí fue a Los Peloteros, una selección de la Sierra Sur de Sevilla, en la que estuvo desde los seis años. Terminó de cadete para poner rumbo al Juvenil de Liga Nacional del Antequera y luego pasó al Córdoba. Estuvo en una residencia dos años hasta que se convirtió en senior de primero.

El Córdoba le marcó. Pasó del filial al primer equipo y así es como debutó en Segunda. Aquella 2017-18 no la olvidará nunca, a pesar del final, un amargo descenso. Algo que le hizo madurar. El niño ya no lo era tanto. Y aunque confiesa no haber tenido un ídolo en particular, siempre se ha fijado en el juego de los grandes como Messi, Cristiano, Neymar, Mbappé... De momento, Andrés se tiene que conformar con jugar con ellos en el FIFA, su otra gran pasión. La misma que ocupa muchas de sus conversaciones con su compañero y amigo Iván Martos.

A pesar de su juventud, el mediapunta está muy centrado y es consciente de que todavía le quedan muchas experiencias por vivir e infinidad de sueños por conquistar. Así lo explicaba en una entrevista a EFE: "Sé lo que tengo que hacer. Mis padres siempre me dicen que tenga tranquilidad, que no me gaste todo del tirón y ahorre. Aún soy un niño, tengo mucho que aprender".

Que el día en que España ganó un Mundial —ese mágico 11 de julio— fuera su cumpleaños parece una señal inequívoca de que Andrés Martín estaba llamado a ser futbolista, delantero, para más señas. Por eso, su máxima aspiración pasa por vivir una cita así con la Selección. Lo confirmó con el gol de Iniesta, pero él ya lo soñaba jugando en el albero...