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ENTREVISTA A MÍCHEL

"Maradona llamó a mi casa para que me fuera al Nápoles"

Míchel, que ha regresado a España tras su periplo en México, comparte con AS experiencias y relatos de su trayectoria como jugador y entrenador.

José Miguel González Martín del Campo, Míchel (23-3-1963, 57 años, Madrid) ha regresado a España después de su periplo al frente de Pumas de México y ha querido compartir con AS confesiones, experiencias y su visión del fútbol como entrenador y cuando fue futbolista, uno de los mejores centrocampistas del mundo en los años 80 y 90.

¿Me gustaría conocer tu visión del nuevo fútbol en estos tiempos del coronavirus y si eres optimista de que se volverá esta temporada a una normalidad parecida a la de antes?

Creo que va a ser difícil que se vuelva a una normalidad como la anterior, principalmente porque no hay seguridad en el ámbito civil. En cuanto al fútbol en el coronavirus, entrenadores, jugadores, directivos y las propias competiciones han tenido que echar mano de la imaginación y de la comprensión para acoplarse a una situación imprevista y complicada que está poniendo al fútbol en una constante evaluación.

Acaba de empezar la Liga, pero ¿quién crees que tiene mejor equipo: Real Madrid, Barça, Atlético, Sevilla..?

Los equipos no han cambiado mucho su fisonomía, en general, pero creo que los dos más en forma desde el principio del campeonato son Betis y Sevilla. El Betis, con la llegada de Pellegrini, ha dado un cambio radical, no parece el mismo, aun teniendo una plantilla similar a la de la pasada temporada y una idea parecida en el juego. Y el Sevilla, que tampoco ha hecho muchos cambios de jugadores, está demostrando una gran personalidad y una filosofía de fútbol muy definida, y yo creo que se va a superar con respecto al año pasado, y eso que quedó cuarto y ganó la Europa League.

Quiero preguntarte qué te ha parecido todo el asunto de Messi después del famoso burofax.

Se ha resuelto como era de esperar. Tengo la impresión de que alguien le hizo precipitarse, porque Messi y el Barça están condenados a entenderse. Además, se vislumbraba un conflicto ‘interclubes’ que tenía difícil solución, porque ningún club se iba a poner en contra de otro a ese nivel.

¿Qué opinión te merece lo que está ocurriendo con Hazard y sus lesiones y recaídas? ¿Ves en él un jugador de cristal como lo ha sido Bale en el Madrid o en su día Prosinecki, con el que coincidiste?

Las lesiones son el hándicap más difícil de prever en el fútbol. A veces es una cuestión psíquica, por ejemplo, por la presión, como le pasó en su momento a Prosinecki. Hoy día los jugadores tienen muchos más cuidados que antes y es extraño que las lesiones vengan por el desconocimiento de algún aspecto fisiológico del jugador. Hazard ya tiene un historial de lesiones que hacía sospechar. Pero cuando a un jugador se le compra por un dinero tan exorbitante, todo el foco recae en él y la presión es más asfixiante, y eso puede repercutir en forma de lesiones.

Vayamos con tu trayectoria. ¿De qué equipo te sentiste más frustrado al dejar el banquillo: Rayo, Castilla, Getafe, Sevilla, Olympiacos, Marsella, Málaga o Pumas?

Seguramente del Olympiacos y del Málaga. En el Olympiacos dimos un gran cambio al equipo y fuimos importantes en Europa. Y en el Málaga, porque cuando llegamos el equipo estaba en una situación crítica en el aspecto anímico, pero como había una gran plantilla se recuperó, pero fue frustrante que en el verano nos quedáramos sin tantos de esos jugadores.

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DIARIO AS

Tu última experiencia en los banquillos ha sido Pumas, en México, hace unos meses. ¿Por qué te fuiste a pocos días de empezar la temporada?

Por razones personales. Las mismas que me llevaron allí son las que me hicieron volver a España. Había circunstancias difíciles de solucionar, que no tenían que ver tanto con lo deportivo. Le dije al club que podía seguir hasta que encontraran a alguien, pero ellos decidieron, con buen criterio, que era mejor marcharme.

¿Alguna vez has estado cerca de entrenar al Real Madrid?

Pues no lo sé. Quizás no he tenido el semáforo en verde para hacerlo. Seguramente porque quien dirige el club entiende desde la parte técnica que hay otros entrenadores más cualificados. Uno no puede determinar a qué equipo entrenará, sólo hay que estar preparado.

La manida frase "suena Míchel…" cuando un entrenador se marcha de un club, ¿te agrada, te molesta…?

Los que la dicen seguramente son los de siempre, los que no pueden pasar sin mí… Creo que soy bastante discreto, no me prodigo en los medios de comunicación, donde tengo muchísimos amigos gracias a mis colaboraciones y que llevo tantos años en este mundo, y está por ver que a uno solo de esos amigos le haya pedido yo que hable de mí para recomendarme. Los que dicen esa frase querrán desacreditarme, pero se sorprenderían las veces que sí sueno internamente en clubes y no lo saben.

¿Te gustaría entrenar en Inglaterra o Italia?

Yo estoy abierto a cualquier destino, para eso me preparé. Desde luego, me gustaría entrenar otra vez en España. Me mantengo informado y en vigencia, porque desde que empecé a entrenar han cambiado muchas cuestiones, el fútbol evoluciona y uno tiene que ir en paralelo.

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DIARIO AS

En enero de 2019 estuviste muy cerca de entrenar al Celta. ¿Qué ocurrió para que no se cerrara el acuerdo?

Bueno, el Celta decidió elegir en ese momento a Escribá, lo respeto, y supongo que verían algo en él que no vieron en mí.

¿De quién has mamado más para ser entrenador o eres autodidacta?

Soy un poco autodidacta, pero me he quedado con aspectos que me han gustado de todos los entrenadores que he tenido, y lo que no me ha gustado, también, para no hacerlo yo.

¿Entrenarías al Barça o al Atlético de Madrid? No sé si eres tradicional en esto y guardarías el decoro.

No nos creerían... Aunque el fútbol es un negocio por encima de todo, los clubes están muy influenciados por el corazón y los sentimientos de los aficionados. Por eso, si el Barça o el Atlético estuviese entrenado por una persona como yo que tiene una historia detrás en el Real Madrid no sería creíble. Aunque yo lo haría como me han enseñado en el Real Madrid, para ganar siempre.

¿Cómo ves a Luis Enrique al frente de la Selección?

Normalmente, la tendencia en España y en casi todo el mundo es que los seleccionadores han estado o están en el final de su carrera, como fue el caso de Iñaki Sáez, Del Bosque o Luis Aragonés. Pero está muy bien que Luis Enrique y Lopetegui sean entrenadores con una carrera por delante, eso les hace tener una visión diferente de los seleccionados. Me gusta que el seleccionador esté muy en activo.

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CHEMA DIAZDIARIO AS

¿El estilo de Simeone, Guardiola, Mourinho o el de Zidane?

A todos los meterían en una Thermomix y de ahí saldría la idea de fútbol más completa, como está demostrando Klopp o en España Lopetegui o Pellegrini, en estas primeras jornadas de Liga. Antes todos tendían a ser bilardistas o menottistas, y en España primero queríamos tirar hacia el estilo de Guardiola y ahora hacia el de Simeone. Yo creo que el fútbol español se está depreciando porque en lugar de inventar estamos copiando.

¿Te gustaría volver a entrenar pronto o prefieres tomarte un tiempo sabático?

No, estoy deseando volver a entrenar, de hecho, he recibido ofertas, principalmente del extranjero, porque no tengo problemas para salir, pero se ha dado una situación con mi hijo y he preferido esperar. Pero ya se ha resuelto y estoy en el mercado.

¿Equipo o selección?

Yo quiero entrenar, sea un equipo o una selección que tenga posibilidades de competir.

Tú has entrenado a muchos jugadores. De ellos, ¿cuál te sorprendió y te dio rabia que no llegara a triunfar?

Yo he entrenado en equipos en los que promocionábamos jugadores y, sin dar nombres, cuando han pasado a clubes más grandes nos ha dado rabia que no tuvieran más continuidad, porque también es más difícil en esos equipos. También es cierto que muchos no nos han quitado la razón cuando confiamos en ellos.

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¿Se está perdiendo la figura del jugador de banda que llega a línea de fondo y centra, como eras tú?

Yo creo que los equipos no buscan la profundidad en ataque por las bandas como se buscaba antes, se pretende más la colaboración del jugador para participar en el juego, lo que se llama ahora asociarse. Cuando tú juegas con extremos lo que pretendes es tener la posesión para buscar la profundidad. Con las nuevas tendencias, se busca más la segunda jugada y eso implica estar mucho más centrados, no tan abiertos. Se está perdiendo el centrocampista extremo y ahora los centros llegan más por los laterales.

¿Quién fue tu ídolo?

Cuando yo empecé a jugar al fútbol lo hacía en una posición más centrada, en la posición de Busquets, por ejemplo, y por eso me fijaba mucho en Del Bosque. Era un organizador lento físicamente, pero con una calidad y una visión de juego extraordinarias. Y también me fijaba en Antognoni, un centrocampista de la Fiorentina que era muy bueno y que llamaba mucho la atención porque era de mucho pase en un fútbol como el italiano.

El Madrid de la Quinta del Buitre fue un equipo que marcó una época. ¿Crees que una de las grandes injusticias del fútbol de los 80 y 90 fue que no ganara la Copa de Europa?

En el deporte no se puede hablar de injusticias, ni siquiera de suerte. Si no la ganamos sería porque nos faltaría algo o porque no fue nuestro momento. Lo bueno de ese equipo es que generó una tendencia de fútbol en España inolvidable. ¿Si hubiéramos ganado la Copa de Europa, seríamos más eternos? Pues no lo sé, pero que nos quiten lo ‘bailao’.

Con el paso del tiempo, ¿cómo ves los dos arbitrajes que sufrió el Madrid en las dos Ligas perdidas en Tenerife?

Yo considero que los equipos grandes no tienen por qué quejarse de los árbitros, que están sometidos a un estrés excesivo porque hay muchas más jugadas que juzgar con esos equipos. Para una vez que se equivocan con los equipos grandes, con los modestos yerran más, incluso con el VAR. Está claro que en esos partidos de Tenerife hubo errores grandes, pero a los jugadores de aquel Madrid no nos habrán escuchado hablar de eso, ha sido más en la Prensa y entre los aficionados. Nuestra obligación era haber solucionado la Liga antes de llegar a esos partidos.

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DIARIO AS

En 1989 abandonaste el Bernabéu en un partido ante el Espanyol antes de acabar el primer tiempo. ¿Cómo explicarías aquello 31 años después?

Yo estaba sometido a una gran presión y no estaba preparado para toda la tensión que había a mi alrededor. Yo pasé de jugar en el equipo de mi barrio a estar al máximo nivel en poco tiempo, a ser conocido por los medios de comunicación, y eso te genera una presión que crees que todo el mundo está pendiente está de ti y no es así. Ocurrió aquello, me liberé y aprendí de mi propio error.

Quiero que me desveles una curiosidad: ¿cuántas ofertas y de quién o quiénes has rechazado para dejar el Madrid?

Rechacé una del Inter de Milán y una del Nápoles. De hecho, en este caso, me llamó Maradona al teléfono fijo de mi casa, porque entonces no había móviles, se puso mi mujer y me lo dijo medio riéndose…

En 1990, antes del Mundial de Italia, Interviú hizo un curioso reportaje en el que las estrellas de nuestro fútbol posabais vestidos del eterno rival: Butragueño del Barça, Zubizarreta del Madrid, tú del Atlético... ¿En el fútbol actual sería posible lograr una fotografía así?

Esa fotografía debería ser posible también en la actualidad, porque la rivalidad se acaba en el terreno de juego. Cuando me hablan de rivalidad con el Barça o con el Atlético, claro que la hay, y yo la mantengo y fomento, porque he querido ganarles cuando he sido jugador y ahora que soy entrenador, como ellos a mí, pero no les considero enemigos. Deberíamos quitarle tensión a todo esto porque no deja de ser un juego y un negocio, pero no debe ir más allá.

En el Mundial de Italia marcaste un hat-trick ante Corea del Sur y tu celebración fue reivindicativa con un "me lo merezco". ¿Por qué fue aquello y a quién iba dirigido?

Iba dirigido a mi familia y amigos, que sufrían a mi alrededor. Una semana antes había estado en el punto de mira, como tantas y tantas veces, y fue un acto de liberación, y todos los que tuvieron que entenderlo lo hicieron.

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DIARIO AS

¿Has perdonado ya al colegiado australiano Bambridge por no validar el golazo que marcaste a Brasil en el Mundial de México de 1986?

Si hubiese sido ahora sería una anécdota, porque el VAR o el Ojo de Halcón lo hubiesen validado. Por circunstancias así le ha venido muy bien la tecnología al fútbol y no hacer famosos a árbitros como en su día Bambridge.

Y la última: Cristiano y Messi están compitiendo aún a un gran nivel, pero el portugués cumplirá en febrero 36 años y el argentino, 34 en junio. ¿A quiénes ves sus sucesores?

¡Bufff! Yo creo que hay una cierta distancia entre ellos y los que pudieran venir por detrás. Me parece que en el mercado no hay esa transición todavía y creo que va a pasar un tiempo hasta que la veamos. No veo a Mbappé, a João Félix o a otros jugadores que puedan estar al nivel de Cristiano y Messi, que no sólo son muy buenos, sino que la competencia entre ellos les ha hecho ser voraces.

Muchas gracias por atendernos.

A vosotros.