"Fiché por el Real Madrid gracias a que Jesús Gil fue comprensivo"
Fernando Hierro recuerda con AS algunos de los más interesantes episodios de su trayectoria en el fútbol, antes y después de colgar las botas.
Fernando Hierro (23-3-1968, Vélez-Málaga) nos ha concedido una entrevista desde su confinamiento para recordar algunos de los más interesantes episodios de su trayectoria de 18 años como futbolista profesional. También ha hablado del Mundial de Rusia, donde tuvo que suplir a Julen Lopetegui y por supuesto cómo ve el fútbol a raíz de la crisis del coronavirus.
¿Cree que tienen futuro las competiciones de fútbol de equipos nacionales, Eurocopa, Mundial, Copa América... que podrán resistir esta pandemia, con toda la gente que mueven?
Yo creo que sí tienen futuro y resistirán, pero no es menos cierto que esto va a marcar un antes y un después en la vida cotidiana de todos nosotros y también en el fútbol. Ahora es cuando se tiene que ver que el fútbol es solidario y tiene grandeza, y todos los estamentos del fútbol nacionales e internacionales deben demostrarlo. Lo único que debe haber es paciencia si queremos que esta industria siga adelante. Se van a trastocar calendarios nacionales e internacionales y no se va a poder contentar a todo el mundo. Pero desde la base de que esto es algo extraordinario, debe haber flexibilidad.
¿Se arrepiente de haber cogido la Selección en el Mundial de Rusia?
Cuando uno toma una decisión, debe estar convencido de ello, y yo lo estaba. No me arrepiento. Lo tenía que hacer por responsabilidad, por lo que significaba la Selección y la Federación para mí. Era un momento muy complejo, pero lo volvería a hacer si se diesen aquellas circunstancias de igual manera.
¿Por qué Iniesta fue suplente en el partido de octavos del Mundial contra Rusia?; ¿fue una de las decisiones más difíciles que ha tenido que tomar como entrenador?; ¿y qué cambiaría de ese partido si se pudiese repetir?
He visto el partido muchas veces y en ese momento decidí que era la mejor decisión para afrontarlo. Esperaba que el partido fuera muy físico y pensé que la frescura de Andrés podía ser importante cuando saliera en la segunda parte. Hay mucha gente que en su momento dijo que deberíamos haber arriesgado con los cambios, yo lo respeto, pero ese partido lo acabamos jugando los últimos 20 minutos con Rodrigo, Iniesta, Isco, Aspas…
¿Cuánto tiempo pasará para que España repita el éxito de Sudáfrica, del que se van a cumplir 10 años?
Es difícil saberlo. Hemos vivido tiempos con una Selección maravillosa, con unos jugadores que tenían una calidad impresionante y que cada uno en su puesto podía estar en el top tres del mundo. Hemos ganado seguidos dos Eurocopas y un Mundial, que no lo ha hecho nadie, y será difícil que se repita. Pero la ilusión nos la dan las generaciones que vienen por detrás, la Sub 17, Sub-19 o Sub-21; en eso la Federación ha trabajado históricamente muy bien, y tenemos que ser optimistas.
Con la eliminación de España en el Mundial de Corea de 2002, con aquellos dos goles anulados por Al Ghandour, ¿siente que a su generación se le arrebató un sueño que llegó ocho años más tarde?
Nuestra generación se topó con aquel muro de los cuartos que nos fuimos de derribar y que partir de la Eurocopa de 2008 sí se logró. Aquel fue mi último Mundial y yo creía que ese nuestro momento, después de años atrás intentándolo. Si hubiéramos ganado, nos habría tocado Alemania y yo creo que hubiésemos volado, pero desgraciadamente nos encontramos con lo que nos encontramos.
¿Cómo fue el proceso que hizo Antic de colocarle de centrocampista? ¿Le hubiera gustado continuar en esa posición como actuó en la Selección de Clemente en el Mundial de Estados Unidos?
Yo nunca había sido defensa, pero en mi último año en el Valladolid Cantatore me quiso probar de central, también cuando llegué al Madrid con Toshack, pero Radomir me dijo que yo era joven y quería que trabajara para el equipo más adelante. Para mí no era fácil jugar en esa posición, aunque pueda parecer que son posiciones parecidas a nivel táctico. A mí me surgió un conflicto físico y de entendimiento del juego, porque en la Selección jugaba de centrocampista y luego volvía al Madrid y lo hacía en el centro de la defensa. Fue Jorge Valdano quien habló conmigo y me dijo que el equipo me necesitaba de defensa y ahí acabé, también en la Selección con Camacho. La polivalencia me ayudó y al equipo, pero yo sabía que con el tiempo, como les había pasado a otros, acabaría de central y acabé adaptándome bien.
¿Qué jugador de la actualidad podría asemejarse a usted, si es que lo hay?
Es difícil, pero sería uno que mezclara a Sergio Ramos, por sus características, y a Piqué, por su físico. Estamos hablando de dos jugadores que han marcado una época en sus equipos y en la Selección y que durante años llevan siendo de los mejores del mundo.
¿Qué delantero le quitaba el sueño la noche antes de jugar?
Ronaldo, cuando estaba en el Barcelona. Yo le he visto hacer cosas que nunca había visto y que después disfruté cuando le tuve de compañero en el Madrid. Podías haber hecho un gran trabajo defensivo y en un minuto venirse abajo porque había resuelto el partido. También me gustaba mucho Weah. Luego había otros delanteros pequeños, habilidosos, que te buscaban las vueltas y te lo hacían pasar mal, como Manjarín, Munitis…
¿Es cierto que en 1989 usted tuvo un acuerdo con el Atlético, acabó fichando por el Madrid y Mendoza tuvo que pagar una indemnización a Jesús Gil con la que regaló 70.000 relojes a sus socios con la inscripción 'Regalo de Don Ramón’?
Lo es y años más tarde le conté la historia tal y como pasó a los hijos de Jesús Gil, con lo que tengo una estupenda relación. Yo estaba en el Valladolid, tenía 21 años y era muy inexperto. A mí me dijeron que mi traspaso por el Atlético de Madrid lo habían cerrado mi presidente Miguel Ángel Pérez Herranz y Jesús Gil, pero se cruzó el Madrid y era la ilusión de mi vida. Yo aposté fuerte, fui valiente y dije que si no jugaba en el Madrid, me quedaba en el Valladolid, donde tenía dos años más de contrato. Jesús Gil fue muy comprensivo, siempre se lo agradecí y cumplí mi sueño durante 14 años.
¿Cómo fue la historia de que su hermano acabara en el Barcelona? y ¿qué hay de verdad en que después usted, estando en el Madrid, también estuvo cerca de ir al Barça?
Mire, sobre lo de mi hermano Manolo ha habido mucho oportunista que ha hablado mucho. Muchos dijeron entonces que si el Barcelona se había equivocado, no, a mi hermano lo ficha el Barça porque era un jugadorazo, que también lo quería el Madrid y el Atleti; y esa puerta se me cerró cuando estaba en el Valladolid y al año siguiente fui al Madrid. Es cierto que cuando yo llevaba cuatro años en el Madrid, el tema de mi renovación se complicó y se rumoreó la posibilidad de que podía al Barça, pero aquello no fructificó porque yo quería seguir al Madrid.
¿Volverías por tercera vez a trabajar para la Federación?
La verdad es que es muy bonita la experiencia de trabajar en las categorías inferiores de la Selección, cómo ves a los chicos crecer, progresar, cómo le brillan los ojos la primera vez que entrenan con la Selección, cuando se ponen la camiseta para debutar… Son recuerdos maravillosos para ellos y sus familias.
Elija los tres momentos inolvidables en su carrera.
Como jugador, cuando debuté como profesional, con el Valladolid, y cuando me estrené con la Selección. Como director deportivo, cuando conseguimos el Mundial de Sudáfrica en 2010, después de haber logrado la Eurocopa de 2008. Y como entrenador, siempre estaré agradecido a la oportunidad que me dio el Oviedo.
¿Le gustaría sentarse alguna vez en el banquillo del Madrid como primer entrenador?
A cualquiera que le preguntes si le gustaría estar en el banquillo del Madrid qué te va a decir… y más a gente que ha estado y ha llevado al Madrid en el corazón. Pero ahora está un amigo mío y estoy encantado de que le vaya bien, porque si le va bien a él es que le va bien al Madrid, que es lo que queremos todos los madridistas.
¿Cree que Qatar estará a la altura como organizador del próximo Mundial; ¿puede repercutir negativamente que se celebre en invierno?
No tengo ninguna duda de que va a estar a la altura. Ya cuando estuve jugando allí en la temporada 2003-04 ya me dijeron que querían apostar por la organización de un Mundial. Yo creo que va a ser un Mundial a todos los niveles: de infraestructuras, de organización, la climatología acompañará por ser en invierno, los jugadores van a llegar en un gran estado…
¿Eres partidario de que se dé por finalizada la Liga y se quede la clasificación como está, o crees que debe reanudarse la competición aunque sea sin público?
A mí me gustaría que se reanudara la Liga y la Champions, aunque haya que adaptarse a que sea en meses de calor y sin público. Pero todos los actores, CSD, LaLiga, RFEF y AFE, tienen que ir de la mano por el bien del fútbol. Ahora, también hay que minimizar riesgos y tener en cuenta la salud de los futbolistas y sus familias.
Ya que ha empezado la desescalada, ¿qué planes de futuro tiene cuando regrese una normalidad que no sabemos cómo será?
Yo necesitaba un tiempo cuando dejé la Federación tras el Mundial, me salieron ofertas para entrenar, pero decidí estar tranquilo. Cuando vuelva la normalidad, a ver cómo es, y veremos si me sale algún proyecto bonito...