Un Barça tres años más nuevo
El fichaje de Dest, la entrada de Ansu y las marchas de Suárez (33), Rakitic (32 y Vidal (33) dan un lavado de cara al Barça, cuyo once tipo podría bajar hasta tres años de media.
Al fin, el Barça se mueve. Mientras un equipo envejecido con una media de edad de 29 años y 326 días se hundía en Lisboa (2-8), Setién era destituido, Abidal dimitía y Messi mandaba un burofax anunciando su adiós, Bartomeu anunciaba decisiones tomadas que fue consensuando con su entrenador, Ronald Koeman, y su director deportivo, Ramon Planes. Después de años de inacción, el Barça ha arrancado la máquina en los últimos días. Rakitic, 32 años, anunció su marcha al Sevilla; Suárez y Vidal, 33 años antes, se han marchado a Inter de Milán y Atlético de Madrid respectivamente. No son tres clubes cualesquiera los de destinos, pero el Barça entendía que debía darle una mano de pintura a la plantilla. Superficial o no, eso ya se verá.
Lo que es seguro es que sí será un Barça más nuevo. La llegada de Dest, 19 años y la irrupción de Ansu, que todavía no ha cumplido 18, le dan un toque de juventud e imprescindible al equipo, cuyo once tipo podría bajar en casi tres años la media de edad. De los casi 30 de Lisboa, se pasaría a un equipo con 26,9 años de edad media. A saber, Ter Stegen (28); Dest (19), Piqué (33), Lenglet (25), Alba (31), Pjanic (30), De Jong (23), Griezmann (29), Coutinho (28), Ansu (17) y Messi (33). Eso, sin incluir posibles fichajes como el de Eric García (19 años) o Memphis Depay, que pese a llevar muchos años en la élite suma 26.
Así que la revolución anunciada por Bartomeu no será total, porque futbolistas como Busquets y Alba, muy cuestionados después de la derrota en Lisboa, seguirán. Pero sí hay una reforma. Además de los tres veteranos, Semedo, otro titular, ha recalado en el Wolverhampton, y futbolistas como Todibo y Júnior está en la rampa de salida. Quien parece imposible de colocar es Samuel Umtiti. Los problemas en el cartílago, ignorados por Bartomeu cuando renovó al francés, boicotean un posible traspaso.
El Barça seguirá moviéndose hasta el cierre del mercado el 5 de octubre. Hasta entonces, el objetivo principal será un delantero. El objetivo continúa siendo Depay, porque el precio de Lautaro parece inaccesible para el Barça, incluso si pretende una cesión con opción de compra obligatoria. El plan es Depay, a quien resta un año de contrato y que cuenta con el beneplácito de Koeman. El técnico holandés ya tiene todos los puestos doblados y, de todo lo que tenía en mente, sólo ha tenido contestación en Riqui Puig, que se ha negado a marchar. Nada va a condicionar a Koeman, pero es consciente de que si no hay buenos resultados, habrá ruido porque es uno de los ojitos derechos de la afición desde que apareció en escena. En el fondo, muchos piensan que él también debería tener un papel relevante si lo que se pretende es un Barça nuevo.