CELTA-OVIEDO

Golazo y lesión de Mor en las tablas entre Celta y Oviedo

El turco tuvo que ser sustituido tras brillar durante la media hora que estuvo sobre el terreno de juego. Sufre una sobrecarga en los isquiotibiales.

Lalo R. Villar

Fue como un sueño de verano. Durante 25 minutos a Emre Mor le salió todo sobre el césped de Balaídos. Desequilibró cada vez que entró en contacto con el balón, conectó con Iago Aspas y marcó un golazo por la escuadra desde fuera del área. Cuando en la directiva del Celta empezaban a recuperar la ilusión pensando que con el nivel ofrecido por el turco algún interesado podría llamar a la puerta para liberar al club vigués de una de sus fichas más altas, el atacante notó una sobrecarga en los isquiotibiales y pidió el cambio. Enésimo revés para encontrarle destino.

El efímero recital de Mor permitió al Celta remontar momentáneamente ante el Oviedo en el primer amistoso de la pretemporada para ambos equipos. El conjunto céltico arrancó de la misma manera que cerró el pasado curso: con un grosero fallo defensivo. El debutante Tapia y Aidoo no se entendieron en su intento de interceptar el balón y su error permitió al Oviedo lanzar una contra. Hugo Mallo llegó a cortar el pase de la muerte de Riki a Obeng, pero el rechace cayó en los pies del delantero ghanés, que resolvió con un tiro cruzado.

El empate no se hizo esperar gracias a una pillería de los tres jugadores más veteranos del Celta. Nolito sacó rápido una falta, Mallo centró y Aspas se adelantó a la defensa ovetense para rematar con la zurda.

Conexión con Aspas

El moañés ya había rozado el gol anteriormente con un disparo ajustado desde la frontal tras una conducción de Mor en la que desarboló a la zaga carbayona. La conexión entre el moañés y el turco también generó el 2-1, con el otomano mandando a la escuadra una dejada de Aspas.

Mor, que alternó la mediapunta con la banda derecha, estuvo a punto de firmar el segundo tanto en su cuenta particular y acto seguido pidió el cambio. Su marcha dejó al Celta sin inspiración.

Baeza, en su estreno en Balaídos, quiso emular a Mor, pero su zurdazo buscando la escuadra se marchó alto en la antesala del descanso. En el intermedio, Ziganda introdujo nueve cambios y Óscar sustituyó a todos los futbolistas de campo a la hora de juego.

Las tablas definitivas las estableció Viti en una segunda parte de dominio visitante ante un rival con un bloque ofensivo plagado de futbolistas del filial. El único atacante con experiencia era Vadillo, al que le faltaron socios para poder evaluarlo. De los tres refuerzos olívicos lo más llamativo resultó la capacidad de Tapia para recuperar balones en la medular.

Lo más visto

Más noticias