El caso Fuenlabrada baja al césped
Riazor acoge el desenlace de la temporada regular de Segunda 18 días después. Al menos en el campo. Los de Sandoval buscan el playoff, el Depor, seguir la batalla legal.
Pachanga, ópera bufa, paripé... estos han sido sólo algunos de los términos para referirse al Deportivo - Fuenlabrada que se disputa esta tarde en Riazor. Un encuentro que enfrentará a un grupo de jugadores recién llegados de la playa contra otros que salieron hace apenas unos días de sus habitaciones de hotel tras más de una semana de cuarentena. Un partido que, 18 días después de la fecha fijada, pondrá fin a la temporada regular de Segunda División. Al menos en el terreno de juego.
Porque después de innumerables idas y venidas, de comunicado tras comunicado y desatar una guerra abierta entre el Depor y LaLiga, el Caso Fuenlabrada salta por fin al césped. Y lo hará con muy pocas certezas más allá de saber que ambos equipos han sido capaces de reunir, no sin apuros, a suficientes profesionales como para disputar un duelo cuyo resultado definitivo puede ser diferente al que refleje el marcador del estadio coruñés cuando el árbitro señale el final.
Fernando Vázquez tiene a su disposición 14 futbolistas de la primera plantilla, de sobra para el objetivo del Depor. "Por mí pondría 11 conos", apuntaba el presidente Fernando Vidal hace unos días, consciente de que ganar o perder no será lo que cambie el destino blanquiazul. Alcanza con presentarse, terminar el partido de forma reglamentaria sobre el verde para seguir su batalla legal sin sanciones en los despachos, cesta en la que ha puesto todos los huevos de una hipotética permanencia.
Anunció el técnico gallego que saldrán a competir, porque la obligación del resultado es para los de Sandoval, que necesitan, al menos, puntuar para alcanzar el sueño del playoff. El entrenador del Fuenla tendrá que hilar fino para componer un once en el que primarán los jugadores que más hayan podido entrenarse según han ido regresando a Madrid de forma escalonada, a medida que recibían el alta. Y todo ello pendientes del juez instructor de la RFEF, que ayer tomó declaración a los testigos y podría emitir su fallo a lo largo de este viernes.