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MANCHESTER CITY - REAL MADRID

Tres hombres para un puesto

Valverde, Isco y Asensio se disputan el puesto libre en un once en el que Hazard y Benzema formarán dúo de ataque. El uruguayo jugó los dos Clásicos y la ida de los octavos.

Tres hombres para un puesto
Jesús Álvarez OrihuelaDiario AS

Las sorpresas de Zidane en las alineaciones han sido una constante esta temporada. En el primer gran partido, ante el PSG en el Parque de los Príncipes, sorprendió con una alineación hiperofensiva con un tridente Hazard, Benzema y Bale, respaldado por el trivote Kroos, Casemiro y… ¡James! El experimento no salió bien. El Madrid se llevó tres pero Zidane repitió en el siguiente partido en el Pizjuán, y ganó. Al técnico no le tiembla el pulso.

En el primer Clásico de la temporada, por ejemplo, repitió con Bale en punta con Benzema y metió a Valverde por la derecha. En el segundo, sorprendió alineando a Vinicius y otra vez a Valverde por la derecha… Pero la decisión que se llevó la palma está mucho más reciente y fue, precisamente, en el partido de ida de los octavos de final ante el City de Guardiola. Dejó Zidane a Kroos sentado en una extraña rotación que muy pocos comprendieron, ni siquiera el propio Guardiola, al que se le vio charlar animadamente con el centrocampista alemán en las entrañas del Bernabéu después del partido. Tras ese hecho, Kroos no ha vuelto a faltar a ningún partido.

Para el viernes no hay rotación posible. Podría ser el último encuentro de la temporada, los jugadores vienen de una semana de vacaciones y Zidane saldrá con su equipo de gala. El que no podrá estar por sanción es Ramos (Militao, el defensa más caro de la historia del Madrid, que costó 50 millones, tendrá por fin su gran oportunidad). Y Mendy confirma su sorpasso a Marcelo. Por lo demás, son fijos en el centro del campo los tres del trivote que ganó las tres Champions seguidas, Casemiro, Kroos y Modric, y Hazard (ya recuperado del tobillo) y Benzema (21 goles esta temporada) arriba. Por lo tanto, hay tres hombres para el puesto que queda libre. Son Valverde, Isco y Asensio. Y esa es la gran incógnita a despejar para el Etihad.

Una elección u otra condicionaría el sistema. Con Asensio se vería un Madrid más ofensivo, con un tridente de ataque y, por lo tanto, también más expuesto en la parte de atrás. Pero si se trata de ganar el partido (el Madrid está obligado), desde luego que el mallorquín es el más indicado de los tres. Desde que volvió a jugar tras la operación de rodilla ha marcado tres goles en 334 minutos repartidos en nueve partidos. El primero de ellos, en el primer balón que tocaba tras el infortunio que le tuvo toda la temporada en el dique seco. Tiene duende…

Sin embargo, las anteriores decisiones que ha tomado Zidane parecen dar más opciones a Valverde o al propio Isco. El uruguayo ha sido la gran revelación del Madrid de la temporada. A Zidane le gusta equilibrar el equipo con él en banda derecha, como interior, posibilitando así las subidas de Carvajal. Sucedió en los dos partidos ante el Barcelona e incluso en la ida de los octavos ante el City (derrota 1-2) donde el uruguayo le quitó el puesto a Kroos.

Por su parte, Isco (que también jugó en la ida de octavos) siempre es el centro de todos los debates pero termina jugando todos los partidos en los que se deciden títulos. Sucedió así en las últimas tres Champions conquistadas por Zidane. Fue titular en todas. El único problema es que el malagueño ha desaparecido de los últimos tres entrenamientos del equipo. Desde el club aseguran que estará disponible y que sólo ha tenido que bajar el ritmo por precaución, pero parece llegar físicamente más justo que Valverde. El de Arroyo de la Miel aporta más juego en ataque: si Valverde da un pase cada 1,6 minutos, Isco lo hace cada 1,3. Si el uruguayo dispara a puerta cada 193 minutos, el malagueño cada 85 (remata más del doble). El primero ha marcado dos goles y el segundo tres… Pero defensivamente no hay color. Valverde ha recuperado 170 balones esta campaña por los 85 de Isco.

No apto para niños

"Aquí es donde se ve a los hombres; los niños, a dejarlos a un lado". La frase sonó lapidaria en boca de Ramos. Fue en la previa del partido de ida de octavos ante el City. El Real Madrid llegaba en una espiral muy negativa y sólo las apariciones de Vinicius y Rodrygo parecían dar algo de aire en ataque al equipo. Ramos, capitanísimo, tenía claro que era el grupo que había ganado las tres Champions seguidas, aún intacto, el que tenía que dar la cara. Algo parecido sucederá el viernes, pero también es cierto que más allá del once titular Zidane cuenta con efectivos suficientes para hacer reaccionar al equipo. Vinicius, Rodrygo, Asensio si es que no es titular, el propio Bale. Son motivos suficientes para creer en la remontada.