ATHLETIC - REAL MADRID

San Mamés guarda dos tesoros: la Liga y la Europa League

Se enfrentan los dos mejores equipos de las últimas ocho jornadas Militao sustituye a Varane. Hazard sigue fuera. James no viajó. El Athletic vestirá de gala.

EFE

Ayuntamiento de Bilbao y Museo Marítimo ponen al día la gabarra. Por si acaso. Y Zidane aprovecha hasta cuando se le pregunta por el menú del día para decir que aún no han ganado nada. Por si acaso y porque su equipo pisa hoy San Mamés, que aún con silenciador es un estadio que encañona al Madrid desde el principio de los tiempos. Probablemente está en el top 3 de salidas más arriesgadas del equipo cada temporada, diga lo que diga la clasificación (sigue el partido en directo en As.com).

Y lo que dice ahora es que una victoria del Madrid le deja a las puertas de Cibeles y que el Athletic, después completar una vuelta fuera de plazas europeas, está otra vez muy cerca. De hecho, el miércoles se acostó séptimo. El jueves le pasó la Real, que le aventaja en dos puntos. Cuatro derrotas consecutivas en febrero le lastraron pero Gaizka Garitano le ha dado la vuelta al equipo. Más difícil parecía lo del curso pasado, cuando heredó de Berizzo el equipo en zona de descenso y perdió la Europa League en la última jornada por una derrota ante el Sevilla.

Garitano es el héroe silencioso de este equipo. Tiene ocho apellidos vascos, ha jugado en los cuatro mejores equipos de la tierra (Athletic, Real Sociedad, Eibar y Alavés) y ha dirigido a tres de ellos (sólo le faltan los vitorianos). Así que conoce usos y costumbres del fútbol en Euskadi. Hijo y sobrino de futbolistas, periodista titulado que no lee prensa deportiva desde que entrena, bertsolari (compositor de versos improvisados en euskera) y fan de Springsteen, le sacó de su pretendido anonimato una charla a sus jugadores, robada, cuando entrenaba al Eibar y preparaba un partido ante el Atlético: "Son unos hijos de puta, te dan mil hostias y te expulsan a ti". No era una queja, sino un elogio a la figura de Cholo Simeone, uno de sus referentes. Otros es Luis Enrique.

Sin fichajes (sólo se incorporó Vesga, prestado al Leganés el año anterior) ha mantenido el nivel competitivo del equipo y ha suplido la marcha de Aduriz (sólo había jugado 241 minutos en toda la temporada, nunca más de 32 en un partido, y había marcado un gol) con una solución imaginativa: Raúl García. El navarro es una rareza. Resulta común que con el tiempo y la pérdida de fibra el goleador acabe alejándose de la portería. Raúl García ha emprendido el camino inverso. Mediocentro en Osasuna, mediapunta en el Atlético y delantero centro en este Athletic con casi 34 años. Ya ha marcado 13 goles. Hasta ahora, no había pasado de once en ninguna Liga.

Raúl García es visto por el Madrid como un enemigo natural. Sólo le ha ganado seis veces en 28 partidos pero sus dos únicos goles mataron al Madrid en una Copa y una Supercopa. Su fiereza ante los blancos es demostrable: quince tarjetas amarillas. No se acerca ni de lejos a ese registro contra cualquier otro rival. Volverá a dirigir el ataque de un Athletic de gala, el mismo probablemente que arrolló al Valencia y muy diferente al que perdió por la mínima en el Camp Nou, donde Garitano convirtió en mayoría a los suplentes.

Sólo 62 horas de descanso

El Madrid, en cambio, pierde a Varane en el peor momento. Uno de los cinco intocables se cae por una cervicalgia y su sustituto, Militao, no ofreció ante el Getafe una imagen tranquilizadora. Ha pinchado como lateral, no ha deslumbrado como central y ha refrescado a los titulares menos de lo esperado. Tampoco vuelve Hazard, que ni antes ni después de su lesión fue el Balón de Plata del Mundial de Rusia ni el hombre del partido de la última final de la Europa League. De la lista se cayó James, investido farolillo rojo de lujo de la plantilla.

El partido viene condicionado por la fatiga del Madrid, obligado a jugar 62 horas después de haberlo hecho contra el Getafe y en un horario donde el calor será un azote, frente a un adversario que ha tenido 26 horas y media de descanso más. Así que es probable que Zidane eche mano de jugadores con un mayor vigor físico como Valverde, Rodrygo o incluso Asensio. La entrada del trío reactivó al Madrid el jueves.

El Athletic ya ha demostrado que es difícil de matar. En la Copa eliminó en los penaltis a Elche y Tenerife, echó al Barça con un gol en el minuto 90 y se metió en la final con otro agónico de Berchiche en Granada. En Liga, sólo dos veces ha perdido por más de un gol. Y con el Madrid sólo ha caído en uno de los últimos cinco enfrentamientos, aunque también lleva más de cinco años sin derrotarle. Son los dos mejores equipos de las últimas ocho jornadas y Zidane sabe que si sale triunfante de aquí vestirá de amarillo en los Campos Elíseos de esta Liga.

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