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CONFINAD@S | LENDOIRO

"La Liga fue histórica, pero más el Centenariazo ante el Madrid"

Augusto César Lendoiro, expresidente durante más de 25 años del Deportivo, repasa la efeméride de los 20 años del título liguero del equipo gallego y su trayectoria en el fútbol.

Augusto César Lendoiro (6-6-1945, Corcubión, al Coruña) está de celebración como el resto del deportivismo: se cumplen 20 años de la histórica Liga que consiguió el Deportivo. El expresidente del club blanquiazul ha concedido una entrevista a AS en la que repasa sus más de 25 años en el cargo, con episodios y anécdotas a cual más interesante.

Se cumplen 20 años de aquella primera e histórica de Liga. Elija un recuerdo, una imagen.

Hay muchísimas, pero me acuerdo de cómo estaba la Plaza de Lugo vestida de azul y blanco, hasta el pescado y el marisco en las peixeiras … Aquello dio la vuelta a España y al mundo, porque fue muy especial, ya que representaba cómo estaba La Coruña con el Dépor.

¿Fue el momento más feliz en su larga trayectoria en el fútbol?

Por el título, sí, porque es el más importante en la historia del club, a pesar de que siempre nos quedará la sensación de que pudimos conseguir una Champions o una Recopa. Pero yo creo que el partido más histórico fue el Centenariazo; ganar la Copa del Rey en un momento tan señalado para el torneo y para el Madrid, con todos los Galácticos, fue increíble, un momento inolvidable en el fútbol español y quizás mundial, como lo fue el ‘Maracanazo’ de Uruguay a Brasil..

En los últimos partidos de aquella histórica Liga de 2000, ¿cuántas veces le vino a la cabeza lo que ocurrió en 1994 con el penalti fallado por Djukic?

Mire, yo estaba viendo que el equipo se estaba desinflando, como si no pudiera con la tensión y la presión, parecido a lo que ocurrió seis años antes. Antes de un entrenamiento, por primera y única vez, bajé al vestuario para animarles, aunque sólo fuera entre cinco y diez minutos, porque veía que teníamos un gran equipo, el mejor calendario y que los únicos que podíamos perder aquella Liga éramos nosotros. No sé si sirvió o no, pero es verdad que los resultados se recondujeron y la gente entendió que había que hacer un esfuerzo que al final tuvo premio.

¿Usted cree que con el tiempo se ha sabido valorar la magnitud de lo que logró aquel Deportivo?

Es que aquello fue muy difícil, terminar por delante de Barcelona, Valencia y Zaragoza, que hizo una gran temporada y acabó cuarto, jugándonos todo en la última jornada, aunque nosotros tuviéramos cierta ventaja. Y no hay que olvidar que el Madrid quedó fuera de Champions y que entró porque la ganó ante el Valencia. Pero es que le digo más, el Dépor estuvo aquellos años codeándose en los primeros puestos de la clasificación y fue una lástima que no pudiéramos lograr más Ligas, porque estuvimos cerca.

¿Cuántas veces ha soñado que Djukic marcaba aquel fatídico penalti de 1994 y qué le pareció la efusividad con la que celebró el portero González la parada?

No voy a negar que alguna que otra noche de entonces me levanté sobresaltado porque veía a González en sueños haciendo un corte de mangas tras parar el penalti a Djukic. Aquello fue muy duro. Es que puede ser la única en la vida que un equipo pierda una Liga en el último instante, de penalti y jugando en su estadio.

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XOSE CASTRO

El verano de 1999 fue muy movido en los despachos, con altas y bajas. ¿Cuál fue el fichaje que se le escapó ese año y la oferta irrechazable que desechó?

Es verdad que aquel año marca un poco el tránsito del Superdépor al Eurodépor. Pero no se crea que he tenido ofertas irrechazables por jugadores del equipo. Que recuerde, sólo una del Madrid por Manuel Pablo, al que pedí disculpas por no haberle dejado disfrutar de la gloria de jugar en el Madrid y de cobrar lo que se cobraba en ese club. Yo sé que era un hombre difícil para las negociaciones, pero es que vender significaba debilitarse.

¿Cómo definiría a Arsenio e Irureta, los dos entrenadores que más han significado en el Deportivo?

Ambos estuvieron siete años conmigo. Qué voy a decir de ellos, que fueron grandes entrenadores que supieron sacar el mejor rendimiento a los grandes jugadores que tuvieron. El Superdépor fue guiado por uno y el Eurodépor por el otro.

¿Qué fue lo que ocurrió para que se frustrara el fichaje de Fran por el Real Madrid?

Pues que recompramos un jugador que siempre fue nuestro. El Madrid tenía en un cajón un contrato firmado por él de cuando tenía 18 o 19, pero no parece que tuvieran confianza plena en lo que podría llegar a ser y verdaderamente fue. Pero al empezar a despuntar lo sacó y nosotros tuvimos que adquirirlo por 260-280 millones, cantidad que fue injusto que desembolsáramos, porque también teníamos un contrato con Fran. El Madrid atravesaba por un momento económico complicado y la jugada le salió bien al Madrid, ayudado por Jesús Samper, entonces presidente de LaLiga.

¿Desde cuándo y por qué cree que en La Coruña hay inquina contra el Real Madrid, cuando hace años era territorio aliado?

Antes, jugadores gallegos del Madrid como Amancio, Veloso o Rubiñán incrementaron el número de simpatizantes madridistas en Galicia. Y eso se mantuvo en el tiempo. Yo recuerdo que se agotaban meses antes los abonos para el Teresa Herrera cuando se anunciaba el Real Madrid. Pero la cosa cambió cuando el Madrid se convirtió en un rival directo del Deportivo.

¿La mejor operación que hizo como presidente del Deportivo fue venderle a Flavio Conceiçao por 4.000 millones de pesetas (24 millones de euros)?

Es que la gente está muy equivocada con Flavio Conceiçao. Era un gran jugador, bastantes veces internacional con Brasil, que yo quise fichar a toda costa cuando estaba en el Palmeiras. Allí también interesó al Madrid, pero yo me adelanté, con el desconcierto del pobre Juan Onieva que pensaba que tenía cerrada la operación. Otra cosa es que luego en el Real Madrid no cumpliera las expectativas. ¿Le gustaba la fiesta? Puede ser. Cuentan que estando en el Madrid, unos directivos lo encontraron una noche en una discoteca y que él se excusó diciendo que había ido a buscar a su suegra... a las seis o las siete de la mañana.

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JESUS SANCHODIARIO AS

¿Cómo fue aquella operación en la que le sacó al Bayern y Rummenigge dos millones más por Makaay al presentarlo antes de haberlo firmado?

Aquello fue inaudito. Cómo avezados hombres de los despachos como Rummenigge y Hoeness tuvieron la desfachatez de presentar un jugador sin haberlo firmado. Aquello no les salió gratis, pero no fue que nos pagarán de más, sino que nos pagaron lo que pedimos antes de negociar.

¿Nos puede explicar por qué Etoo no llegó al Deportivo, con el acuerdo prácticamente cerrado?

Nosotros traspasamos a Flavio Conceiçao al Madrid por 4.100 millones de pesetas, pero se descontaron 1.000 para que Etoo viniera al Deportivo; después el Madrid podía recuperarlo al cabo de un año por 3.000 millones. Ese contrato estaba firmado, pero Etoo se negó a venir a La Coruña y quedó sin efecto. Yo creo que aquel comportamiento, que dejó bastante que desear, fue lo que provocó que el presidente Florentino Pérez le pusiera la cruz y la raya.

¿Qué otras operaciones se le han escapado?

Por ejemplo, Savio, que lo teníamos firmado y después se fue al Madrid. O aquel entrenador ruso del Spartak de Moscú, Oleg Romantsev, que debió quedarse tan asustado de lo que era el Deportivo, cuando ascendió a Primera en 1991, que al regresar a su país para coger sus cosas y trasladarse a La Coruña,. Después de haber firmado, nos dijo que no le dejaban salir de Rusia y no vino.

¿Cómo fue la operación de fichar a los jugadores del Atleti Molina, Valerón y Capdevila de una tacada? ¿Y es verdad que se negó a vender al ‘Turu’ Flores al club rojiblanco?

Lo del ‘Turu’ no recuerdo que lo quisiera el Atleti; al menos a mí no me hicieron ninguna oferta. Y lo de la operación con Molina, Valerón y Capdevila fue gracias a que el Atlético descendió. Pero es que estuvo a punto de venir un cuarto, Solari, pero a última hora lo fichó el Madrid.

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ALBERTO MARTINEFE

¿Es verdad que Deco y Cristiano estuvieron a punto de ser jugadores del Dépor y por qué se rompieron esas operaciones?

Deco, sí, y también a Quaresma. Mendes me insistió mucho en que había que ficharles. A Quaresma no nos pareció oportuno en aquel momento, pero para Deco mandé a Beci, el entonces secretario técnico del Dépor, a que lo viese, pero no le convenció del todo, y siempre se lo he echado en cara. Y al contrario, me empezó a hablar de Cristiano cuando era un chaval en el Sporting. Me insistió tanto que llegué a pedir precio por él antes de que se fuese al Manchester United, pero para nosotros era desorbitado entonces pagar 2.000 o 2.500 millones de pesetas.

Conoció a Mendes en 1996 con el fichaje de Nuno. ¿Cómo es su relación en la actualidad?; ¿ha cambiado mucho?

Nuestra relación sigue siendo ha sido fantástica, de hecho, él me llama padrino y yo a él ahijado. Es verdad que aquella de Nuno fue la primera gran operación que hace y desde entonces fíjese cómo ha crecido en todo; si antes tenía muchos móviles, ahora ya.... Pero básicamente es igual, muy trabajador y constante, aunque debería delegar más. Tiene un gran equipo, pero al final su sobrino y él son los que llevan el peso de Gestifute.

Usted siempre se ha caracterizado por ser un duro negociador, con reuniones maratonianas. ¿Cuál fue la operación que más horas le llevó?

La de Schürrer cuando lo traspasamos a Las Palmas y cuya parte del pago se convirtió en deuda con el tiempo y provocó que vinieran Rubén Castro y Momo. Empezó a las nueve o diez de la noche, en la cena, y duró hasta las 12 del mediodía del día siguiente. Y otra puede ser cuando fichamos a Ramis, que tuvimos que cerrarlo, también después de muchas horas, porque el agente Paco Durán tenía una boda al día siguiente y no llegaba.

¿Es cierto que usted fue objetivo de ETA?

Sí. Parece ser que mi nombre había aparecido en unos documentos del Comando Donosti y que en un partido en San Sebastián estuve en el disparadero. Supongo que mi faceta en el fútbol tuvo más peso que la de político y eso quizás me salvó.

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JESUS SANCHODIARIO AS

La idea de LaLiga es reanudar el campeonato el 12 de junio, siempre que lo autoricen las autoridades sanitarias. ¿Le parece acertado o prematuro?

Me parece que a pesar de que la situación es nueva y peligrosa, Tebas y LaLiga están llevando bien la crisis del coronavirus, ayudado también con la buena relación, aunque sea a la fuerza, con la Federación y el Consejo Superior de Deportes. No sé si será el 12, el 19 o el 26, pero es necesario que vuelva el fútbol y seguro que en junio podremos verlo de nuevo, aunque sea a puerta cerrada.

¿Cómo ve las opciones de salvación del Deportivo? Y si se, ¿cree que hay un grave riesgo de desaparición?

Yo espero que se salve por la afición y la historia que tiene. Me parece que lo más difícil ya se ha hecho, que es reconducir la situación con el presidente Fernando Vidal y Fernando Vázquez en el banquillo. Sigue estando en la pelea, pero espero que siga en Segunda y el año que viene vuelva a Primera.

¿Cómo ve la vuelta la posibilidad de Valerón como entrenador del Fabril y de Fran para ayudar con la cantera?

Valerón debe ser el gran ideólogo de la cantera del Deportivo. Debe ser el gurú de todo lo que pase en Abegondo, por cómo es él, sus condiciones humanas, no sólo por sus conocimientos del fútbol. Yo como padre o como abuelo me gustaría que a mi hijo o mi nieto le dirigiese en esa época infantil en el fútbol una persona como Juan Carlos y que les inculcara sus principios.

¿Por qué su relación con Fran no acabó bien?

Pues todo nace de las denuncias que hizo y que pusieron en peligro la subsistencia del club. Fran se quedó en un buen jugador, pero si se hubiera exigido más, hubiera llegado a ser un Luis Suárez o un Amancio.

¿Cuál fue su mayor acierto como presidente del Dépor y de qué se arrepiente en sus casi 26 años en el cargo?

La gente de la que me rodeé. El Deportivo no hubiera llegado a ser lo que fue si no hubiésemos tenido, primero, aquella Junta directiva y después, con la transformación en SAD, en un Consejo de Administración tan unido y homogéneo porque la gran mayoría veníamos del fútbol modesto. ¿Y arrepentirme? De nada, porque siempre he sabido ganar y perder.