"Yo no era tan malo..."
Ognjenovic fichó por el Madrid en 1999 por 400 millones de pesetas. 'El Átomo' era la joya del Estrella Roja pero en España fue un fogonazo. Atiende a AS desde Belgrado y se defiende...
En 1999, el Madrid fichó a Perica Ognjenovic (Smederevska Palanka, 43 años). Apodado 'El Átomo' por su rapidez y estatura (1,71 metros), era la joya del Estrella Roja, pero se quedó en un fogonazo: jugó sólo 12 partidos y se marchó a los dos años. Pasó de ilusión a ser señalado como una de las peores contrataciones del Real Madrid. El serbio, que en 2011 comenzó su carrera de técnico, atiende a AS para hablar de su etapa blanca y, de paso, defenderse...
¿Dónde se encuentra El Átomo?
Ahora estoy en Belgrado por el coronavirus. Pero hace dos meses fiché como entrenador por un equipo bosnio, el Zvijezda 09. Llegué justo cuando el parón. Hice cinco entrenamientos y luego se suspendió todo. En 2011 comencé mi carrera como entrenador con el equipo Sub-19 del Estrella Roja, donde tuvimos éxito, y de allí pasé a la Sub-17 de Serbia. Llevé al equipo al Europeo y por un minuto no entramos en octavos. Encajamos un gol en el último minuto...
¿Quién le puso ese apodo?
Fue en España, cuando fiché por el Madrid. No sé exactamente quién me lo puso, pero lo comencé a leer, no estaba mal (risas). Supongo que me apodaron así por mi estilo de juego y mi físico. Yo era un extremo derecho bajito, rápido en carrera, que acostumbraba a hacer esprints…
¿Cómo fue su primer contacto con el fútbol?
Mi padre era futbolista. Pero no a un nivel serio. Era un '10' y ahí empecé a engancharme. Yo jugaba en la calle y cuando tuve edad comencé en el equipo de Smederevska Palanka, que es mi ciudad.
¿Cómo era la Smederevska Palanka de los ochenta?
Era un sitio muy tranquilo, de alrededor de 30.000 habitantes. La vida era sencilla. Casa, escuela… Allí conocí a mi novia y ahora es mi mujer. Y el fútbol. El equipo era el Mladost-Gosa, de Tercera. Es un club que trata muy bien a los jóvenes, con una gran escuela. Ahí me seleccionaron para jugar en los equipos inferiores de Yugoslavia: una selección de la liga, los Sub-16… Y fue en esos partidos con la selección donde me vio el Estrella Roja y me fichó.
¿Cuándo llegó al Estrella Roja?
Pues tres años después de que ganaran la Copa de Europa (1991). Se fijó en mí el entrenador, que era Ljupko Petrovic. Yo sólo tenía 16 años pero inmediatamente me colocó a jugar con los mayores.
Hábleme de aquel equipo...
Miraba al lado y tenía a Darko Kovacevic, que jugó en la Real; Petkovic, que se fue al Madrid; Dejan Stankovic, del Mallorca; Djorovic, que después estaría en el Celta… Un equipazo.
¿Quién era el 'capo' en aquel vestuario?
Bueno, allí todos eran grandes en ese vestuario. Yo como era joven y recién llegado, sólo entrenaba y entrenaba.
¿Eran duros aquellos entrenamientos?
Durísimos. El estilo de Petrovic era muy fuerte, todo muy físico. Había semanas que entrenábamos dos veces al día. Sólo le puedo decir una cosa: sobreviví.
Tuvo un buen inicio en el Estrella Roja y luego vino un bajón. ¿Se distrajo?
Eso he leído, decían que si llegar a un equipo así de grande me distrajo… No fue nada de eso. Son rumores. Siempre fui muy profesional, me entrenaba muy fuerte. Nunca tuve problemas con mi vida ni problemas de actitud. Lo que pasó es que ya llevaba tiempo en el primer equipo y algunas personas tenían dudas sobre si iba a llegar a un nivel más alto. Y entonces llegó Kosanovic al banquillo y fue el punto de inflexión.
¿Por qué?
Me puso como titular siempre. Kosanovic era un entrenador más 'español', digamos. Entrenaba el físico una vez a la semana y luego mucho balón. Con él empecé a jugar muy bien y a ser convocado regularmente con la selección de la República Federal de Yugoslavia hasta estar en el Mundial de Francia. Fue un gran acontecimiento en el país.
Un país necesitado de alegrías por los conflictos políticos en Yugoslavia.
Afectó mucho, también al fútbol. Ese fue uno de los problemas de mi generación, el conflicto político. Era un lío para los futbolistas en Serbia, debíamos tener un tipo de visado, tenías que hacer un esfuerzo enorme si estabas fuera del país para sacar a familiares tuyos y llevártelos. Todo estaba muy cerrado. Los aficionados, que lo habían pasado muy mal en el país, tenían muchas esperanzas en ese Mundial de 1998 pero caímos en octavos con Holanda (2-1). En ese verano ya el Madrid intentó ficharme.
¿Y por qué no se cerró entonces y se hizo en el mercado de invierno?
Con el Madrid ya tuve el primer contacto dos años antes de mi fichaje. Ya sabía que había interés. Me siguieron bastante tiempo cómo jugaba y quisieron cerrarlo todo en el verano de 1998. Pero no llegaron a un acuerdo económico con el Estrella Roja. Hicieron una oferta importante, pero al final se cerró en enero.
"El Madrid me quiso fichar tras el Mundial de 1998, me llevaban siguiendo desde hacía dos años, pero no hubo acuerdo"
Por un dineral de entonces, 400 millones de pesetas (2,5 millones de euros)…
No lo recuerdo bien, la verdad. Llegué en los últimos días de mercado, me fui al estadio, conocí a la gente del Madrid, estuve con el presidente Sanz. Firmamos todo, dimos rueda de prensa... Fue una situación impresionante. Todo fue muy emocional. Sólo tenía 21 años
Pasó de ser una de las referencias del Estrella Roja a un casi desconocido en Madrid. ¿Cómo llevó el cambio?
La situación política en Yugoslavia era muy complicada. Para la gente era imposible ver el campeonato de mi país o campeonatos internacionales. Yo esperaba algo así, que no me conocieran. El Madrid es enorme y un chico joven, recién llegado de Serbia, no puede tener el mismo reconocimiento que Roberto Carlos, Hierro o Mijatovic… Era mi sueño. No tenía miedo, no tenía nada.
El Madrid había ganado la Séptima meses antes, pero usted llegó a un equipo desnortado. ¿Qué vestuario se encontró?
Sanchís, Hierro, Redondo, Raúl, Mijatovic, Suker, Jarni… Todos eran grandes compañeros, no se sentía que había un jefe. Hierro y Raúl a su modo, Roberto Carlos, Pedja… Todos eran grandes futbolistas. Fui bien recibido. Obviamente, cuando tienes a un paisano como Mijatovic ahí pues te ayuda mucho en la adaptación. Aunque no fue el único.
¿Quién fue su otro apoyo?
En los primeros meses me ayudó mucho Radomir Antic y su familia, a la que quiero mandar mi pésame por su pérdida. Muchas veces fuimos a casa de Radomir. Allí en Madrid nacieron mis dos hijas y me ayudaron muchísimo.
¿Cuál fue su mayor obstáculo para adaptarse? ¿El idioma?
No, lo peor fue una lesión de espalda. El idioma lo aprendí rápido, en siete u ocho meses ya hablaba español. Para mí eso fue muy bueno. La gente, súper. La calidad de vida de Madrid, excepcional. Estaba todo bien, excepto esa lesión de espalda que sufrí al poco de comenzar a entrenar allí. Cuando empiezas mal te queda un sabor de boca amargo. Yo tenía muchas ganas de jugar y jugar y jugar. Ese fue el gran obstáculo.
A las pocas semanas de llegar al Madrid, se produce el bombardeo de la OTAN sobre Yugoslavia…
Gracias a Dios, ya estaba en España, pero por supuesto que me afectó anímicamente. Fue en marzo, todo estaba cerrado. Los primeros días de bombardeos intenté traer a mi hermano a Madrid, era complicado sacar a alguien de tu familia del país. Para todos los serbios fue muy difícil. Piensas qué pasará con tus padres, con todo. Eso también me afectó, claro. Y los cambios. Cuando llegué estaba Hiddink de entrenador. Después, sabes cómo es el Madrid. La situación cambia rápidamente. Y llega Toshack…
¿Qué ocurrió con Toshack?
Con él no tenía una relación… Llegaron los extranjeros que él quiso y yo era joven y estaba lesionado. Quería demostrarle que podía jugar. Pero no. Respeté su decisión. Yo tenía bastantes menos opciones de jugar. Ya sabe cómo es Toshack. Es un poco cerrado. No era malo conmigo, pero no me dio oportunidades. Sólo algunos minutos cuando se iba a ir ya del Madrid. Luego vino Del Bosque y cambió todo.
¿Cómo?
Del Bosque me dio más minutos. Con él había un trato bueno y cambió la situación. Yo me entrenaba muy bien, todos lo veían, y me dio oportunidades. Hasta que llegó otra lesión. Jugaba bastante bien. Ok, no era titular siempre, pero jugaba con él 45 minutos, 30 minutos, incluso a veces fui titular aquel año en el que se ganó la Champions. En esa Champions, me sacó contra el Bayern y el United… Las críticas fueron buenas. Jugué poco, pero lo que jugué ayudé bastante. Del Bosque tenía un talante especial. Luego vino el cambio de presidente, con otros planes…
Y con Figo...
Figo jugaba en mi puesto, estaba muy claro que no iba a haber sitio para mí. Fue Valdano quien habló conmigo, pero nadie tenía que decirme nada. Sientes que tienes que cambiar.
Se marchó por la puerta de atrás, con denuncia al club incluida...
Nada, eso fueron unos líos de contrato, pero al final me fui con acuerdo al Kaiserslautern. Yo quería cambiar y me fui fuera de España. No tenía sentido jugar en España en otro equipo.
¿Sintió en algún momento ansiedad?
Honestamente no. Viví en Madrid bastante bien, nacieron mis dos niñas, la vida era muy buena. Mi principal problema fueron las lesiones. Cuando un futbolista tiene problemas con las lesiones y no puede jugar, no se siente bien. Fue el único problema. Mucha gente me pregunta si me arrepiento de haber fichado por el Madrid porque pude haber tenido otra carrera. Mire, siempre quise seguir mis sueños. De una pequeña ciudad de Serbia fui al Estrella Roja. Eso ya era un éxito. Después te llega la oferta del mayor club de Europa. Yo siempre seguía mis sueños y tenía ganas de hacer algo en Madrid. Todo pudo haber salido mejor sin esas lesiones. Eso me podía haber ocurrido en cualquier club, en la Fiorentina, en el Barça, en cualquier sitio del mundo. Nunca se sabe.
¿Le duele verse 'señalado' como uno de los peores fichajes del Madrid?
No presto mucha atención a eso. Porque los que hacen esto no conocen cómo jugaba. Pueden mirar estadísticas, ver cuántos partidos jugué, cuántos no y ponerse a hacer eso. Pero lo hacen las personas que no conocen cómo jugaba.
¿Quiere defenderse?
Tengo una cosa clara: cuando me daban oportunidades ayudaba al equipo. No recuerdo malos partidos míos en el Madrid. Ahora, por el tema de la lesión, ¿qué puedes hacer? Para mí esas listas que hacen, con estadísticas y tal, es una cosa de amateurismo.
¿Amateurismo?
Sí, de gente que no es profesional. Primero tienen que mirar algún partido para ver cómo jugaba de verdad. Por ejemplo, con Del Bosque creo que en los primeros tres partidos di cuatro asistencias y marqué un gol. Cuando entraba en el partido muchas veces cambiaba la dinámica. Contra el Mallorca entré con 0-1 por debajo y ganamos 2-1, ante el Athletic asistí dos veces a Morientes, contra el Zaragoza también di un pase de gol... Yo no era tan malo. El problema es que no jugaba una cantidad de partidos seguidos. No recuerdo que alguien me criticara por mi juego. Jugué poco, sí, pero ¿críticas por mal juego? Creo que no tuve muchas… A veces me duele cuando veo esas listas.
"Me duele verme en esas listas de los peores fichajes del Madrid, pero eso es de amateurismo; no me vieron jugar"
¿Cree que no tuvo suerte?
Mire, cuando dejé el Madrid me fui al Kaiserslautern y justo llego a Alemania y en el primer partido de Copa me lesiono en el talón: otra vez estuve como tres meses parado. Después me fui a China, Ucrania, Grecia... No volví a jugar como en el Estrella Roja. Tuve mucha mala suerte. Ahora inicié mi carrera como entrenador porque a lo mejor algunas cosas que no llegué a ser en el fútbol como jugador puedo hacerlo como técnico.
Dijo que entrenó en las inferiores de Serbia. ¿Conoce a Jovic?
Claro que lo conozco, pero no le tuve conmigo. Jovic es de otra generación. Es un jugador con mucho talento, hizo una temporada buena en Alemania, marcó muchos goles. Llegó al Madrid con muchas ganas y todos ven eso. Tiene mucha calidad.
Fichó por 60 millones, es delantero y sólo lleva dos goles, volvió a Madrid después de estar dos meses en Serbia y se lesiona…
Quiero ser muy simple. Ahora tiene que dar todo lo que pueda, tiene calidad y eso se ve y se nota. Lo que pasa es que todo depende de muchos factores, como las lesiones. El Madrid es un club que siempre quiere lo máximo y muchas veces puede ser muy cruel con muchos futbolistas porque si alguien no da algo, llega otro. Eso sucede en los grandes equipos.
A usted esa exigencia se lo llevó por delante. ¿Teme que a Jovic le suceda lo mismo?
Creo que no le va a pasar algo parecido a mí. Empezó casi igual que yo, con lesiones. Sólo que para él no será tan complicado como para mí. Esta lesión se curará y va a salir todo mucho mejor para él que para mí. No sé. Honestamente, hasta el final de mi carrera tuve problemas con esa lesión. Nunca jugué una temporada parecida a las del Estrella Roja. Mi estilo era el esprint y con problemas de espalda es lo peor porque no sabes cuándo va a llegar. Te sientes bien, corres y de repente llega. Cuando tienes un problema de gemelo o rodilla sabes que tienes que cuidarte eso, pero en la espalda es complicado. Yo le daría un consejo.
¿Cuál?
Que sólo piense en el fútbol, que se concentre en cada entrenamiento, que no se ponga nervioso si no llegan los goles porque van a llegar, estoy seguro. Sólo concentración en el entrenamiento, en los partidos y nada más. Porque cuando estás en el Madrid siempre va a haber críticas, personas que hablan bien y mal de ti. Le deseo mucha suerte. Y que no tenga los mismos problemas que yo...