VALENCIA

El regalo de cumpleaños que cambió a Jaume Costa

El lateral del Valencia tocó fondo en 2014 y su padre contrató a Juan Miguel Bernat, el psicólogo deportivo que le ayudó a escapar del bache.

DIARIO AS

Jaume Costa regresó al Valencia el pasado verano once años después de abandonar Mestalla. Se fue del club de su vida siendo un niño y regresó curtido y con heridas de guerra que le hicieron más fuerte. Jaume ha vivido un año especial. A la sombra de Gayà, el valenciano ha cumplido siempre que se le ha exigido. Ahora todo el mundo se plantea su futuro. Su cesión por parte del Villarreal finaliza el próximo 30 de junio, pero Jaume sueña con seguir en Mestalla.

Tras cambiar de aires y dejar el Submarino después de una década, Costa ha tirado de experiencia para ganarse el respeto de Mestalla. Corren buenos tiempos a nivel personal y deportivo para el valenciano, pero no siempre fue así. Jaume reconoció hace unos días que vivió momentos complicados. 2014 le cambió para siempre. Tras unos problemas personales, Jaume le dio un giro a su forma de entender el fútbol. El lateral empezó a controlar su mente y eso fue gracias a Juan Miguel Bernat, el psicólogo deportivo que le ayudó a escapar del bache.

En marzo, Costa tocó fondo. Su padre se dio cuenta de que tenía que dar un cambio y se reunió con el especialista, del que tenía muy buenas referencias. Aprovechando su cumpleaños, el lateral recibió un obsequio especial. Su padre le regaló tres meses de terapia con Bernat, actual responsable del departamento de psicología del Levante. Juan Miguel convivió muchas horas con Costa. "Su padre entendió que Jaume estaba en un momento personal y profesional en el que yo le podía ayudar. Me contrató por tres meses y fui un regalo de cumpleaños", relata a AS Bernat. "El hecho de que Jaume aceptara esa regalo dice mucho del respeto que le tiene a su padre, pero también de su humildad y compromiso en el crecimiento y la mejora continua", argumenta el especialista.

Jaume tenía problemas en el Villarreal. Incluso, Marcelino, uno de sus grandes valedores, llegó a dudar de él. Pero el valenciano, escoltado por Bernat, dio un vuelco. A partir de ese momento, Costa empezó a trabajar el aspecto psicológico. "Me vino muy bien el tiempo que pasé con Juan Miguel. Me ayudó mucho en mis rutinas diarias", relata Jaume. Para sobreponerse, el jugador y el psicólogo deportivo empezaron a trabajar en los diferentes escenarios que podía encontrarse Jaume cada vez que saltaba a un terreno de juego. "Como estuvimos juntos muchos años nos dio tiempo a trabajar un montón de cosas. Trabajábamos mucho la concentración y la regulación emocional, sin que nada le sacara de su concentración ni le alterara a no ser que él lo permitiera. Hubo muchísimos partidos en que lo conseguía. Si hay una cualidad de todas las que trabajamos en la que destaca, es en su capacidad para visualizar escenas del pasado o escenas inventadas por nosotros. Era increíble. Se metía enseguida y era capaz de ver y vivir en su mente absolutamente todo lo que planteábamos que podía o ya le había pasado y queríamos que afrontara de forma diferente si volvía a ocurrir", recuerda Bernat.

Jaume empezó a encontrar pronto esos resultados y eso le sirvió para volver a su primer nivel. De aquella etapa también aprendió a ser un jugador de equipo, un tipo de vestuario. Esto le ha llevado a ganarse el respeto del vestuario del Valencia en la actualidad. "Jaume es un jugador que se entrega al 100 %. Da todo lo que tiene en cada partido y en cada entrenamiento. Además lleva una vida 100 % dedicada al futbol y con un entorno familiar equilibrado. Por su dedicación, estabilidad y el entrenamiento invisible que realiza, auguro que aún que le quedan unos cuantos años de máximo nivel. Es un jugador de equipo en mayúsculas. Capaz de comprometerse con el logro de la meta común sea cual sea su rol y por encima del interés individual. Además se preocupa por sus compañeros y por el estado emocional del vestuario. Lo tiene todo para ser lo que acabó siendo en Villarreal, uno de los capitanes", comenta Bernat.

Jaume no se esconde a la hora de reconocer que el psicólogo deportivo le ayudó a revertir una situación personal y profesional. "Es de los pocos jugadores que habla abiertamente de estos temas y de las bondades de la psicología deportiva. Él no lo sabe pero está aportando muchísimo al hecho de que el trabajo del psicólogo deportivo se normalice y no sea un tabú hablar de ello", sentencia Bernat.

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