El futuro de Txema Indias se une a las incógnitas del Leganés
El director deportivo del club termina contrato el 30 de junio. Pesos pesados del vestuario piden su continuidad. “No gasto ni diez segundos en pensar en mi futuro”, dijo hace un mes a AS.
Vive el Leganés un momento de indecisión. Parálisis que apunta a muchas causas. Una, la más obvia, es la del limbo en el que orbita la competición. Nada se sabe de cuándo volverá el fútbol, si es que vuelve en este curso. Claro que tampoco sabemos cuándo volverá la vida a su pretérito estado de normalidad. La duda es más amplia que la de perseguir un balón. La otra causa del frenazo señala a la tabla clasificatoria. No conocen los madrileños si la temporada que viene jugarán en Primera o en Segunda. Cuando la pelotita se paró, andaban penúltimos, pero a tres puntos de salir del pozo. A un triunfo. El panorama es complejo. Y en medio de este estancamiento, el futuro de alguno de sus miembros se suspende en interrogantes.
Sucede en el vestuario con, por ejemplo, jugadores con contrato. Szymanowski y Eraso terminan su vínculo histórico con el club allá por el 30 de junio. Como Aguirre y su cuerpo técnico. También le ocurre a la legión de cedidos con los que cuenta la plantilla de Javier Aguirre. Son 12 en total, el número más amplio de toda la Primera División. Esa falta de certezas también reviste las paredes de sus despachos. Txema Indias, el director deportivo, finaliza su vínculo con los blanquiazules el 30 de junio y, por ahora, nada se sabe de su futuro.
En Butarque señalan precisamente esa indefinición en la que vive el club (insistimos, también la vida) para pedir calma. Todo a su debido tiempo, indican desde la Avenida de los Once Leones, inmersa en asuntos relevantes y urgentes. También agitados, como la propuesta de recorte salarial que han plantado a los futbolistas para afrontar precisamente el parón.
Entre tanto, hay voces autorizadas del plantel que reclaman la continuidad de Indias. Lo consideran pieza clave (una más) de los buenos resultados en el último lustro, desde que llegó allá por 2015. Rubén Pérez, uno de los capitanes dice que Indias es “una persona seria, clara. Lo considero un buen profesional. El club, con él, seguiría creciendo”, comenta y añade que “tiene con todos los jugadores una relación espléndida”.
El piropo no sienta bien al propio afectado. Hace un mes, en As, él mismo regateó el asunto. “Parece que peco de humildad, pero es que no gasto ni diez segundos en pensar en el futuro. Mi futuro es lo que me queda de contrato. Después, veremos si el club quiere que siga y si yo tengo ganas de seguir”, analizó casi en tono profético, vaticinando con sus palabras el momento de indecisión en el que vive el Leganés.
Indias llegó al Leganés cuando el club todavía estaba en Segunda División. Se incorporó en el verano de 2015 para reforzar un área, la dirección deportiva, que gestionaban casi a la par Asier Garitano, el entrenador, y Felipe Moreno Pavón, secretario técnico del club. Su debut en el Leganés fue triunfal: ascenso a Primera y, desde entonces, el reto constante de mantenerlo en la élite, donde (por ahora) aún permanece el equipo en este momento de planes congelados. De vida confinada.