En Nesyri y Braithwaite, antídoto del Leganés contra la tormenta
La salida de ambos se intuyó como la condena definitiva de los pepineros. Ahora los ingresos que generaron podrían salvar la viabilidad del club, sea en Primera o Segunda.
La mar encrespada en la que se ha convertido este curso para el Leganés ha enseñado a los gestores del club blanquiazul a ser avezados marineros capaces de surcar las olas más furiosas con ánimos optimistas. El elenco de tormentas que ha atravesado los pepineros desde que comenzó la campaña 2019-2020 es eterno: mal arranque deportivo, problemas para encontrar entrenador tras el adiós de Pellegrino, lesiones, infortunio arbitral, problemas en los fichajes...
Oscura lista con dos nubarrones que han condicionado los últimos meses: la salida de En Nesyri al Sevilla y la de Braithwaite, al FC Barcelona. Más de uno en Butarque estaba convencido de que ambas huidas serían las puñaladas definitivas para hundir el proyecto en Segunda. Hoy esas mismas voces creen ver en ellas la salvación del club, ya no en el plano deportivo, sino en su vertiente institucional.
Buenos ingresos y a tres puntos de la salvación
El primero, En Nesyri, se marchó al Sevilla por 20 millones de euros, el valor de su cláusula, en un acuerdo que dejará esa cuantía en las arcas pepineras en tres pagos: el primero, ya ejecutado, de 7 millones de euros. Los siguientes se ejecutarán antes del 30 de junio (7 millones) y antes del final de 2020 (los 6 millones restantes). Braithwaite se marchó al Barça a mediados de febrero previo pago de la cláusula del danés, valorada en 18 millones de euros, para así suplir la ausencia de Dembélé.
El dinero ingresado por uno y por otro apenas se ha tocado en Butarque. En el caso de En Nesyry, porque aunque se marchó en el mercado invernal, el club no pudo reinvertir lo ingresado en nuevos jugadores. Así lo cuentan desde la Avenida de los Once Leones. Pocos jugadores estaban dispuestos a alistarse en el penúltimo clasificado. Ni siquiera el dinero hacía atractivo el proyecto del Leganés.
Con Braithwaite la negativa de la RFEF a que los pepineros pudieran fichar fue lo que impidió que se invirtiera en un delantero reemplazo que ya tenía nombre y apellidos: Carlos Bacca. El club, de haber tenido el sí federativo, habría pagado su ficha, que ronda los dos millones de euros netos por temporada. Sin autorización, se quedó sin el colombiano, pero con el dinero que le pagaron por el danés.
Ahora uno y otro traspaso han supuesto una fuente de ingresos no previstos que dan una buena bocanada de oxígeno a la entidad pepinera sin que eso signifique que los blanquiazules estén excluidos del temor creciente a realizar recortes, bien en su plantilla deportiva, bien en su personal no deportivo. Tal y como contó As, en Butarque por ahora no ejecutarán recorte alguno, si bien esperarán a la respuesta conjunta de LaLiga para decidir qué pasos tomar en el corto-medio plazo.
Mientras, en lo deportivo, el equipo se quedó a tres puntos de la zona de salvación justo antes de que frenasen las competiciones, con Óscar como referencia ofensiva y la percepción de que, aun sin En Nesyri y Braithwaite, la hazaña de la permanencia aún es posible.
Reunión de LaLiga este lunes
El parón de la competición amenaza con desangrar económicamente a la institución y los clubes participantes. Más de uno se ha visto empujado a invocar ERTEs para salvar unas cuentas tensionadas hasta el extremo. Desbordadas por un fino balance entre ingresos y gastos.
FC Barcelona, Atlético de Madrid, Espanyol y Alavés han invocado estas cuatro siglas que mañana centrarán la reunión (telemática) que mantendrán los clubes que componen la Primera para decidir posturas comunes. A partir de ahí, se espera que salga una postura común o, al menos, mayoritaria que permita a los equipos tomar decisiones individuales amparadas por el paraguas del colectivo.