Elizegi garantiza un festejo en la Ría si hay título de Copa

Granada, no: Sevillaaaa, tierra soñada por mí. Granada estuvo a punto de ser una pesadilla, pero finalmente dio el pase a La Cartuja. Lo de ayer en el Nuevo Los Cármenes fue el cuarto milagro del Athletic en esta edición de la Copa del Rey, la cuarta vez que regresa de una eliminación casi segura para dar un inesperado giro a la eliminatoria y seguir en competición. En Elche estaba 3-1 en la tanda de penaltis y sobrevivió. Y en Tenerife se quedó con diez en el minuto dos. Ante el Barça estaba medio perdido y marcó Williams en el último suspiro. El equipo lo celebró a golpe de trompeta con un Villalibre artista.

Hay que rascarse el bolsillo. Las 60.000 localidades de La Cartuja van a ser escasas para la demanda que va producirse. Se dispondrán de 50.000. Cada club recibirá unas 21.000 entradas y la Federación se quedará 10.000 para patrocinadores y distintos compromisos. Las habitaciones más baratas se han puesto ya a 200 euros por persona el sábado. El viernes esas mismas estancias están en 40 euros y el domingo, en 15., Los apartamentos se van por encima de dos mil. Donostia está separado en 916 kilómetros y no hay de momento vuelos directos, debe hacerse escala en Madrid, con un precio de 220€. En tren hay pocas combinaciones, solo uno el día de partido. Y los 860 kilómetros de Bilbao a Sevilla si tienen un avión sin escalas, pero ya va por los 180 euros. En la capital hispalense hay 23.000 plazas hoteleras (la ciudad andaluza con más infraestructura en este apartado).

Yuri, el héroe de la Copa. Metió un doblete en el inicio de esta travesía en Las Llanas ante el Sestao River y un zapatazo en Tenerife que llevó hasta la prórroga. La carrera de ayer ante Foulquier fue plena de potencia, de fe, hasta reventarla al palo contrario. La raza del zarauztarra puede dar una Copa.

Ambiente en la ciudad. No tiene nada que ver el ambiente de Granada con el que se puede generar en Bilbao en una semifinal. Por ejemplo, se ven muy picas banderas en los balcones de la ciudad. Eso sí, el recibimiento al equipo nazarí fue apoteósico. No hay costumbre por este tipo de citas. Todos los autobuses urbanos de la ciudad circularon con los colores del equipo granadino en su frontal.

El estadio en rojo y blanco. Miles de personas se dieron cita en las inmediaciones del estadio desde media tarde. Los jugadores del Athletic también fueron jaleados en su aproximación al Nuevo Los Cármenes por buena parte de los alrededor de 700 aficionados del equipo rojiblanco que se desplazaron. Estos fueron ubicados en una de las cuatro gradas supletorias habilitadas, cada una en una de las esquinas del estadio, para el encuentro, lo que permitió una afluencia de alrededor de 22.000 espectadores que abarrotaron la instalación

De paella. Desde el mediodía los athleticzales compartieron una paella gigante en un establecimiento de la capital granadina regentado por aficionados del conjunto vizcaíno. Había 130 efectivos policiales y el ambiente fue perfecto, sin incidentes. Tifos, mosaicos, centenares de kilos de papel fueron lanzados a la salida de los equipos, cientos de banderas en uno de los fondos del estadio... Miguel Ríos tomó la palabra de inicio.

Cambio de dibujo. Extrañó el cambio de dibujo de Garitano a la hora de juego, con Córdoba reactivado nuevamente, tras brillar ante el Villarreal, y Yeray cogiendo el sitio de Capa en el lateral derecho. Pasaron a defensa de cuatro. Vesga estaba muy flojo en las disputas, pero ahora es un jugador de mucha confianza por parte del técnico.

Los 200 de Raúl García. Recibió un golpe en la espalda, en el mismo sitio que el domingo, pero nada le frena. Raúl, de 33 años, cumplió ayer su partido 200 como león. Ha jugado 657 partidos en el fútbol profesional (121): 126 con Osasuna (21), 329 con el Atlético (44), 200 con el Athletic (56) y 2 con España. Ha ganado una final de Copa y perdido otra. “Estoy orgulloso de este grupo”, valoró.

Gabarra u otro barco. El presidente Elizegi garantizó que habrá celebración, aunque buscan alternativas a la vieja gabarra: “Queremos que los que no puedan ir a Sevilla lo disfruten en Bizkaia, en nuestra ría, hay que compartir la alegría si logramos el título. Así será si todo va bien”, resumió. “Será un derbi con dos aficiones que saben estar, que celebrarán que el fútbol vasco está sano y fuerte, y los clubes iremos con la máxima ambición”.