Un Ibiza contra los tópicos
El profesional proyecto de Amadeo Salvo emerge contra la fama fiestera de la isla. Tres planes informáticos ordenan la gestión del club al detalle.
Ibiza no es sólo fiesta". Fernando Soriano (24-9-1979), director deportivo, sale por la puerta de las oficinas embutido en un plumón Nike del club en medio de un hervidero de gente. 30 operarios le dan los últimos retoques a las gradas portátiles que han llegado en barco a Can Misses desde Barcelona y Valencia mientras periodistas de diferentes medios intentan construir el mejor relato épico posible de este David contra Goliat que es el Ibiza-Barça de esta tarde. Pero la historia real del Ibiza es otra y va precisamente contra los tópicos. Amadeo Salvo, alma máter del proyecto, trabaja hace años en dotar al Ibiza de una estructura profesional que aleje al club de los lugares comunes que se asocian a la isla. Salvo no ha ido a Ibiza por casualidad. Sabe que es una marca internacionalmente potente y que le puede dar réditos, pero no quiere confusiones. En temporada de fútbol, a Ibiza se viene a engrandecer a la isla con triunfos en el campo, no a disfrutar de sus tentaciones.
Ahí es donde entra en juego Fernando Soriano. Director deportivo desde hace un año, su obsesión ha sido construir un modelo. Asesorado por tres 'scouts' que trabajan en la península para llegar donde no lo hacen las limitaciones geográficas de la isla, el Ibiza ordena toda la información a través de tres herramientas: el conocido Wyscout, que controla a todos los jugadores; el Scout 7, que ordena esa información; y, finalmente, una herramienta propia innovadora en la categoría, el UD Ibiza 360 DM, que ordena el club. Todos los trabajadores, desde el entrenador, Pablo Alfaro, hasta los responsables del área de comunicación, están obligados a volcar en ese sistema todo el trabajo diario que desarrollan. Todos se sienten implicados y todos colaboran en la herramienta. La profundidad de la aplicación permite extraer claves sobre cada futbolista. Su rendimiento en entrenamientos, en partidos ante rivales de más o menos rango, sus días de baja, sus apariciones en los medios, su participación, positiva o negativa, en redes sociales. Una ecuación que permite saber con cierto rigor científico si un jugador es o no rentable para un club. Un 'Moneyball' mejorado que convierte al Ibiza, tal vez junto a la Cultural Leonesa en el club más profesionalizado de la Segunda B.
Los jugadores no sólo tienen obligaciones y deben sentirse fiscalizados. El Ibiza ha activado también una estructura que facilita la vida del futbolista en la isla, el trabajo de sus parejas y la adaptación escolar de sus hijos. La composición de la plantilla también es concienzuda. Se compensa la edad de los jugadores. Así, se limita la presencia de jugadores de 30 años o de futbolistas excesivamente jóvenes. El resultado es la aparición del Ibiza en los puestos de ascenso y la sensación de que acceder al fútbol profesional ya no es imposible. "Salvo cogió al Ibiza en la última categoría y ahora podemos pensar que, aunque la Segunda B es la categoría más difícil del fútbol, porque hay 80 equipos y sólo suben cuatro, es posible". Eso sí, después de tanta informatización y de romper tantos tópicos, Soriano da la receta de cómo conseguirían el ascenso: "Partido a partido".