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Los milagros de Segunda

Fernando Vázquez y José María Gutiérrez. El primero ha resucitado a un equipo que se veía en Segunda B. Y el segundo le arrebata el liderato al Cádiz.

José María Gutiérrez

De Guti a don José María Gutiérrez. Ha tardado 76 días en poner líder al Almería. No era un toro fácil de lidiar, por muchos millones que ponga el jeque. Recuerden, a Pedro Emanuel le echaron del banquillo, en noviembre, por ir segundo. Conocíamos al Guti futbolista, de faenas con dos orejas o de cornadas con enfermería. Pero no al entrenador. Seis triunfos en 11 partidos con el Almería. Le sostiene en parte los goles del uruguayo Darwin Núñez (seis tantos en los últimos cuatro partidos). “Le pagan para eso, para marcar goles. No hay que darle tanta bola”, decía el flamante técnico del Almería tras su doblete al Oviedo. Choca la dureza de sus palabras.

Como él propio Gutiérrez reconoce con Valdano: “Si hubiera sido conmigo tan exigente como lo soy con los jugadores, seguramente hubiéramos visto otro Guti”. Esa exigencia le ha dado un liderato que ostentaba el Cádiz, de Álvaro Cervera (cuarto año en el club), desde la jornada 8. Cuatro jornadas sin conocer la victoria son demasiadas en esta categoría. Gutiérrez, que ya sufrió su ‘Alcorconazo’ (Segunda B) con el ‘Tamaraceitazo’ (Tercera División, en Copa), ha hollado cumbre en enero. Ahora el reto es instalarse ahí hasta mayo… 

Fernando Vázquez

Los 25.000 deportivistas que estuvieron el domingo en Riazor disfrutando del triunfo del Depor ante el Cádiz pensaban hace tres semanas que la temporada que viene tocaba el pozo de la Segunda División B. Nadie se imaginaba que Fernando Vázquez iba a volver a dar esas carreras por la banda como si estuviera celebrando los goles de Valerón. Encima, para más dolor en la parroquia deportivista, se cumplían 20 años de la Liga de aquel Súper Depor. "La nostalgia y la esperanza son los dos más crueles asesinos: matan la realidad, matan el presente", decía Dusko Ivanovic recientemente en su vuelta al Baskonia. En el fútbol y el baloncesto, más allá de pizarras o esquemas, hay un factor psicológico que declina la balanza.Entre el ánimo y el desánimo. Entre la vida y la muerte.

Eso es lo que hacen técnicos como Vázquez (y el propio Ivanovic). Resucitar equipos fijándose en el trabajo inmediato. Sin lamentos por el pasado ni por ilusiones con el futuro. Convirtiendo a jugadores como Aketxe o Gaku en gladiadores cuando estaban desahuciados. Hasta su llegada, en 20 jornadas, el Depor sumó 12 puntos; ahora, en sólo tres partidos, ha conseguido nueve puntos y ve la permanencia a uno solo. Don Fernando Vázquez, al grito de “¡Sí, se puede!”, ha demostrado que este 'muerto' está muy vivo. Puro fútbol.