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TURQUíA

El inexplicable declive de Arda

En Barcelona nunca llegó a ser el mismo que en el Atlético. En Turquía, bastantes líos deportivos y extradeportivos le han impedido reencontrarse con su fútbol.

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El inexplicable declive de Arda

Arda Turan se convirtió 'de nuevo' esta semana en jugador del FC Barcelona de pleno derecho. El turco rescindió el contrato de cesión que le unía al Basaksehir desde 2018, donde llegó después de una etapa poco fructífera como culé. El Galatasaray y también el Inter Miami de Beckham aparecen como posibles próximos destinos del futbolista turco que a sus 32 años afronta las últimas temporadas de su carrera lejos de su mejor nivel.

En Barcelona nunca llegó a ser el mismo que en el Atlético. En Turquía, bastantes líos deportivos y extradeportivos le han impedido reencontrarse con su fútbol. La calidad guerrera de Arda parece condenada al recuerdo.

Desmelenado en la final de Copa

Arda Turan entró al Bernabéu con una melena leonina y salió con una histórica Copa del Rey debajo del brazo y completamente rapado. El turco celebró lo conseguido con un cambio de 'look' perenne en los vestuarios del coliseo blanco después de ser clave en una noche histórica para el Atlético de Madrid. En el Calderón, a la orilla del Manzanares y del 4-4-2 de Simeone, dejó sus mejores días de fútbol. Como rojiblanco, el turco aunaba calidad y trabajo de una manera única. Tan especial que el Cholo aún le sigue buscando recambio sin éxito un lustro después de su salida. 

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Confirmado como gran estrella rojiblanca, el turco entendió que el paso siguiente era Barcelona en un movimiento que disgustó a a la que era su afición que no entendía la motivación de Arda. El otomano sacrificaba su rol protagonista en el Manzanares por ser un secundario de lujo en Can Barça, donde partía por detrás de Busquets, Iniesta y Rakitic en el centro y de la MSN, si quería un hueco arriba.

El "amigo de Messi" que no cuajó en Barcelona

El inexplicable declive de Arda
Basaksehir
  • Turquía

En Barcelona nunca encontró su hueco. De entrada, una sanción de la FIFA al club culé le impidió debutar hasta enero de 2016 pasando media temporada alejado de la competición. Cuando entró, Luis Enrique le dio alguna titularidad aunque su rol más habitual fue entrar desde el banquillo. La segunda temporada a sus órdenes siguió un patrón parecido, nunca llegando a lo que se esperaba después de lo demostrado en el Atlético. 

Con Ernesto Valverde no llegó a debutar en partido oficial y se marchó. Su salida fue complicada y el Barça solo consiguió una cesión hacia el Basaksehir, que fue rescindida esta misma semana. El traspaso, en busca de recuperar parte de los más de 30 millones de inversión, aún parece poco probable. 

A pesar de que su incidencia en el campo no fue la esperada, Arda si cuajó buenas relaciones con los pesos pesados del vestuario. "Messi es un amigo mío cercano. Mantengo contacto con Neymar y también con Dani Alves. Todavía hablo con Piqué", aseguró recientemente desde Turquía. 

Líos y más líos en Turquía

Su regreso a Turquía no arrancó mal pero todo acabó por torcerse de manera definitiva. Cuando llevaba unos meses allí, empujó a un linier en el minuto 95 de un encuentro ante el Sivasspor y fue sancionado con 16 partidos sin pisar el verde.

Además, le investigaron por vínculos con golpistas, delitos de lesiones por peleas, tenencia de armas e incluso por el derribo de una vivienda por culpa de las obras en un hotel de su propiedad. El episodio que más trascendió fue la pelea con el cantante Berkay Sahin en una discoteca de Estambul. Según la acusación, el futbolista abordó a la mujer de Sahin, este se lo reprochó y Arda le propinó un cabezazo rompiéndole la nariz. El artista acudió a un hospital al que Arda llegaría más tarde y armado con una pistola que disparó contra el suelo desatando el pánico entre los presentes. Al turco le cayó una pena de dos años y ocho meses que, de momento, ha sido suspendida, si no comete otro delito en los próximos cinco años.

A nivel deportivo, 39 partidos en dos temporadas y media y apenas dos goles, todos en sus primeros meses. Miami o una vuelta a casa, al Galatasaray, parecen como las nuevas aventuras probables de una estrella que nunca volvió a brillar como lo hizo en Madrid.