La historia del Andorra de Piqué: "Familiar, ambicioso y humilde"
El equipo andorrano recibe en Prada de Moles al Leganés. Miguel Palanca, jugador, explica en AS la ilusión de la entidad de cara al torneo del KO.
El Andorra de Gerard Piqué es un caso bien diferente al del resto de equipos procedentes de Preferente la pasada temporada. Desde que el jugador del Barcelona tomó los mandos, el club va en línea ascendente. Mismamente, la pasada temporada logró ascender a Tercera División y se hizo con la plaza de Segunda B del Reus en los despachos. Ahora, en la categoría de bronce domina con puño de hierro y lleva toda la campaña en los puestos altos de la clasificación. Su plantilla tiene nombres por todos reconocidos como el de Miguel Palanca o el de Víctor Casadesús y unos magníficos entrenadores en Gabri y Albert Jorquera. También está Adrià Vilanova, hijo de Tito, o Miguel Bañuz, uno de los héroes en la clasificación ante el Andratx en rondas preliminar.
Pero antes de Piqué, el Andorra ya era un club con honores en el fútbol español. De hecho, llegó a ganar la Copa Cataluña en 1994. Fue fundado en 1942, pero no consiguió llegar a Tercera División hasta 1977. En sus periplos en Segunda B, jamás logró ascender a Segunda, aunque estuvo cerca en varias ocasiones. Quién sabe si este es el año, en un nuevo e ilusionante proyecto. Por el momento, el primer paso para que acabe soñando el himno de la Champions en el Principado (como anheló un día su máximo mandatario) es mostrarse a los ojos del mundo en la Copa del Rey. Su rival, el Leganés, considera que es un partido trampa por el largo desplazamiento, el césped artificial de Prada de Moles y el frío y la posible nieve de la localidad. Miguel Palanca, ex del Real Madrid y jugador actual del Andorra, es el protagonista del test del Diario AS.