BARCELONA

Dembélé no reaparecerá hasta el 2020

A falta de las pruebas, el jugador ya sabe por boca de los médicos que no estará para el partido ante el Real Madrid ni tampoco para ninguno de los que quedan este año.

Funeral absoluto en el vestuario del FC Barcelona. Ni el triunfo ni la clasificación como primeros de grupo en la Champions pudo ocultar el velo de tristeza que inundó a la plantilla blaugrana cuando se constató la gravedad de la lesión de Ousmane Dembélé. Ya la forma en la que se retiró del campo hacía presagiar lo peor: el francés, tras una mala caída al forzar para recoger un centro de Sergi Roberto dentro del área, se quedó estirado en el suelo, quitándose las dos botas, poniéndose las manos en la cabeza y reclamando la presencia de los médicos con el rostro desencajado.

El propio Messi fue el primero en acercarse para animar al joven delantero, que abandonaba el campo llorando y abatido, consciente que la lesión no era sólo un calambre o un pinchazo. Desgraciadamente Dembélé ha empezado a leer su cuerpo a base de puñetazos en la cara -suma ocho lesiones musculares desde que está en el Barcelona y tres esta misma temporada-.

En el vestuario fueron los propios galenos quienes informaron al jugador que las sensaciones eran muy negativas. A falta de confirmación de las pruebas, las primeras exploraciones apuntan a una rotura del bíceps femoral de la pierna derecha que le podría dejar fuera de los terrenos de juego unas cinco semanas.

Y es que además se trata de una recaída de manual: los médicos creen que se le ha abierto la cicatriz de la anterior lesión que sufrió a finales del curso pasado ante el Celta en Balaídos. De ahí que el tiempo de recuperación se alargue de forma inevitable con el objetivo de curarse en salud.

Así pues, Dembélé ha dicho ya adiós al 2019 de la peor forma posible. Se perderá un mínimo de seis partidos, entre los que destaca con luz propia el del Real Madrid en el Camp Nou, del 18 de diciembre, pero también otras citas importantes como Atlético de Madrid en el Wanda o Real Sociedad en Anoeta. Su retorno en el mejor de los casos apuntaría al 4 de enero ante el Espanyol, aunque por los antecedentes del joven delantero todo apunta que no habrá ninguna prisa para su reaparición.

Y es que en el club preocupa más que la lesión el aspecto psicológico. Temen que la fragilidad del jugador pueda contribuir a que acabe viniéndose abajo mentalmente al no ser capaz de encontrar el camino de la regularidad. De ahí que el esfuerzo en su recuperación será doble: mental y físico. A día de hoy nadie sabe si Dembélé y los servicios médicos serán capaces de encontrar la salida del túnel.

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