El último liderato del Rayo en Primera cumple 20 años
El equipo, recién ascendido y entrenado por Juande Ramos, comandaba la tabla en la jornada 11. "Nos hicimos camisetas con la clasificación", recuerda Cota.
Hace veinte años, el Rayo fue líder de Primera por última vez. Aquel 6 de noviembre de 1999, los franjirrojos perdieron contra el Real Madrid (2-3), pero continuaron en cabeza de la clasificación esa semana. Toda una machada para un equipo que volvía a la máxima categoría y la lideró en las jornadas cuatro, ocho, diez y once, cerrando esa temporada 99-00 con un meritorio noveno puesto. Esta aventura fue el preludio de otra aún mayor, la de la UEFA en la 00-01, campaña en la que también fue líder, de forma anecdótica, en la primera jornada tras golear al Villarreal (1-5).
Veinte años después, los recuerdos siguen muy vivos. "Fue una sorpresa enorme porque el Rayo siempre había sido un equipo ascensor. El valor de aquel liderato es que no llegó la primera semana por el goalaverage sino según avanzaba la Liga. Fuimos capaces de superar a Madrid y Barça con un presupuesto de los más pequeños", afirma el entonces técnico Juande Ramos, que destaca cómo lo vivió el barrio: "Vallecas estaba como loco. Cuando salíamos de viaje comíamos por allí y nos agasajaban. El trato era apoteósico".
El entrenador desvela la fórmula del éxito: "Aglutinamos futbolistas que venían de grandes y querían reivindicarse, otros con experiencia que deseaban despedirse haciendo algo glorioso y jóvenes, savia nueva, que aportaban ilusión". Aquel once lo formaron veteranos como Cota, Alcázar, Estíbariz y Hernández; extranjeros aún por descubrir como Poschner y Keller; talentos en busca de protagonismo como Cembranos, Bolo y Canabal; un lateral que no había debutado en Primera, Llorens; y un canterano de La Masia, Ferrón. Siete de ellos fueron la base del ascenso de la 98-99.
Muchos de esos pupilos de Juande ocupan ahora los banquillos: Lopetegui, Pablo Sanz, Cembranos, Bolo, Míchel I, Míchel II, Alcázar, Iván Amaya, Llorens... "Hace poco estuve en el curso de entrenadores y un porcentaje altísimo eran míos", ríe el míster, de quien dicen que la estrategia era uno de sus fuertes: "Teníamos limitaciones así que había que sacar rentabilidad ahí". El cuerpo técnico de ese líder lo formaron Joaquín Masdavó, como segundo de Juande, y Carmelo del Pozo, preparador físico y de porteros.
""Vallecas estaba como loco. Cuando salíamos de viaje comíamos por allí y nos agasajaban"
Cota fue otra de las piezas clave de aquel Rayo. "Hicimos camisetas con la clasificación. Al principio estábamos de cachondeo, pero luego empezamos a ver que no era una anécdota. En esa época, mucha gente se hizo del Rayo. Incluso alguna del Madrid y del Atleti viajó a vernos en la UEFA. Fue lo nunca visto y quién sabe si se repetirá algo así", confiesa el capitán de un grupo "muy unido e involucrado con la Franja y Vallecas". Eso por no hablar de "lo difícil de batir" que resultaba ese bloque.
El brazalete siempre tuvo un significado especial para Cota. "Intentaba ayudar a los chavales de la cantera, los defendía, me sentía su protector porque yo venía de ahí. Viendo cómo sufrí con los veteranos, que te hacían recoger balones y no te podías sentar con ellos en la mesa, cuando fui capitán no quise eso. Miré por los demás porque no se trata sólo de ponerse el brazalete. Es una responsabilidad, tenía mucho temperamento y, con los años y la capitanía, empecé a dialogar más con los árbitros. Quería dar ejemplo a los chicos del barrio, no fallar a mi gente".
Aquel equipo no sólo no falló a su gente sino que la ilusionó como nunca. El liderato sólo fue el prólogo de la época más gloriosa de la Franja. Ese 6 de noviembre y, pese a la derrota, seguía siendo veraz un cartel que asomaba en la grada de Vallecas: "Ya lo dijo Don Pelayo: delante del Madrid, el Rayo".