El difícil encaje de Vargas
El argentino, que con Machín actúa en el perfil derecho, está lejos del nivel ofrecido en los primeros encuentros cuando era determinante.
EIpiEn la pretemporada, Matías Vargas se ganó la consideración de fichaje estrella del Espanyol a las puertas de una campaña prometedora. Pero cuatro meses después, el argentino aún no ha marcado en LaLiga y su encaje en el sistema de Pablo Machín requiere, cuanto menos, una vuelta. El propio técnico comentó después del encuentro ante el Valencia que Vargas está actuando por el perfil derecho y que la opción ha sido colocar a Sergi Darder en la izquierda. Un cambio de ubicación que no le está sentando bien al Monito, suplente en el último encuentro y con Wu Lei interpretando mejor el rol en esa demarcación.
De hecho, Vargas tuvo una actuación discreta en los 26 minutos que jugó el sábado. Apenas dio ocho pases, cuatro de ellos erróneos, y no logró regatear con éxito. De hecho, una pérdida suya fue el nacimiento del 1-2. En San Mamés, el futbolista tampoco encontró profundidad ni se asoció en ataque, enredándose en una madeja de regates que le provocaban pérdidas: acumula 189 balones perdidos en el campeonato, el jugador que lidera esta estadística en el Espanyol.
El 3-4-2-1 de Pablo Machín le deja pocas alternativas al argentino si quiere actuar en el perfil izquierdo, posición desde la que metió todos sus goles en la pretemporada y en las previas de la Europa League. Al no poder actuar de carrilero, solamente podría actuar en el puesto de Darder, acostumbrado también ha actuar en esa zona. Una pugna de difícil solución a no ser que Machín sea capaz de complementar sus perfiles.
Internacional argentino, con muchas opciones de acudir al Preolímpico con la Sub-23 en enero y a los Juegos de Tokio si se clasifica su selección, Vargas es además uno de los futbolistas que el club tiene en la agenda de futuribles ventas. Su precio en el mercado, en caso de que su rendimiento vuelva a ser el del inicio de curso, se estima en unos 25 millones teniendo en cuenta su juventud (22 años) y su proyección, lo que le supondría al club (que lo compró por 10,5) un benefició de 14,5 kilos. Antes de eso, el Espanyol de Machín debe empezar a carburar y para ello necesita recuperar al mejor Vargas.