LEGANÉS

La enfermería también da la espalda al Leganés

Rubén Pérez fue ayer la última pieza clave en caer: se desconoce el tiempo de baja. Cuéllar, Tarín o Szymanowski, otras bajas relevantes no solo en el juego, también en lo anímico.

Juan AguadoDiario As

El nefasto arranque de Liga del Leganés (2 puntos de 21 posibles, último con sólo tres goles a favor y diez en contra) es responsabilidad plural de un buen puñado de factores. El de la enfermería es uno de los más trascendentes. En lo que llevamos de temporada el equipo blanquiazul ha perdido algunas de sus piezas más importantes. La última, Rubén Pérez.

El medio centro astigitano, uno de los capitanes, se marchó ayer de Los Cármenes cojeando, afectado de su rodilla derecha tras un choque fortuito con Machís. El club no ha hecho oficial parte médico alguno, ni ha trascendido información de una dolencia que se espera que tenga definición en los próximos días. En el menos grave de los casos deja al jugador, uno de los pilares dentro y fuera del céped, como duda para el próximo compromiso contra el Levante (sábado, 13:00).

Las bajas de Cuéllar o Tarín

Su ausencia se une a otras destacadas, como la de Cuéllar o Tarín. El primero ya se perdió la segunda jornada por un problema lumbar. Después, durante el parón de selecciones, tuvo que ser hospitalizado por un absceso hepático amebiano producido por un parásito que, según el jugador, pudo ingerir en el stage de pretemporada en Marruecos.

La ausencia de Cuéllar es importante ya no sólo por su rendimiento entre palos (la temporada pasada fue el jugador más regular y clave del curso) sino por el enorme liderazgo que aporta en cada encuentro. Capitán del equipo por votación de sus compañeros, Pichu representa un torrente de energía que, en su ausencia, deja un notable vacío dentro del césped. Se espera que el jugador pueda volver en un par de semanas.

Algo similar sucede con Rodri Tarín, joven pero ya con galones dentro de una plantilla limitada en cuanto al número de centrales que ha tenido que tirar de Omeruo y Awaziem con más frecuencia de la prevista. Porque ambos nigerianos llegaron tarde en el mercado estival y, pese a ello, han tenido que jugar un buen puñado de minutos con actuaciones irregulares. Al igual que sucede con Pichu, lo normal es que esté en su fase de recuperación final, aunque lo normal es que no llegue para Levante.

El apoyo de Szymanowski

Incluso la baja de Szymanowski, lesionado gravemente de la rodilla en pretemporada, también es relevante en términos de vestuario. El capitán lleva año y medio sin aparecer con regularidad por el césped, pero en el interior del grupo era voz autorizada y motivadora de sus compañeros.

Ahora está en Barcelona siguiendo su recuperación y aunque el contacto con el equipo es constante, no son pocas las voces que en interior del cambiador lo echan de menos para animar al bloque en estos momentos delicados.

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