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GRANADA 1 - LEGANÉS 0

El Granada sigue de fiesta ante un Leganés de funeral

Los nazarís, liderados por Soldado, fueron superiores sobre todo en la primera parte. El Lega mejoró con los cambios, pero el faltó fe y pegada. Los pepineros siguen de colistas.

Actualizado a
El Granada sigue de fiesta ante un Leganés de funeral
Pepe TorresEFE

Érase una vez un equipo pegado a la cal. Pintura blanca salpicando botas de colorines. Como el Granada, arcoíris de intensidad agitado desde los costados. Los de Diego Martínez siguen viviendo una fábula en su retorno a Primera. Esta vez la víctima de su cuarta victoria fue un Leganés desierto de fútbol y famélico de ímpetu que sigue anclado al farolillo. Los de Pellegrino fueron superados sobre todo en una primera mitad en la que gozó de ocasiones, pero no de juego. Puertas, tras un desatino defensivo visitante, marcó el gol que decidió el choque.

En el inicio del duelo encontró el Granada una olla de oro en el área de este Lega desbordado. Y para colmo de frustración pepinera, dos astillas de su misma madera se le clavaban en las alas. Víctor pasó en segundos de héroe a villano blanquiazul. Como Machís, siempre suelto en sus llegadas. Aunque para pesadilla, Soldado, general del área que degradó a Omeruo a grumete del naufragio madrileño. Primero casi le sacó un penalti por manos en un cuerpeo (25’) que antecedió al 1-0, gol en el que él, Omeruo, rompió el fuera de juego. Luego la bola le dio en la espalda y dejó vendido a Soriano ante Soldado. El ariete se la cedió a Puertas para marcar desde fuera del área su tercer tanto (28’), el primero que le marca el Granada al Lega en Primera.

Antes, en el 23,’ En Nesyri había perdonado a Rui Silva en un claro mano a mano. Después, en el 35’, Rubén Pérez se lesionó en un choque fortuito con Machís. Todo era desdicha para los de verde. El capitán tuvo que ser sustituido por Mesa. El segundo cambio llegó al descanso. Pellegrino sacó a Arnaiz para agitar el árbol. Mutó la pizarra (4-4-2) y tronó un crujido. El partido se rompió en un carrusel de idas y venidas.

En el caos reinaron los visitantes caminando por alambre defensivo sin premio en el área rival. Óscar tuvo tres claras hasta que cedió su puesto a Carrillo. Sin el de Los Navalmorales, el vértigo abandonó las piernas pepineras y el partido languideció como este Lega, imantado al fondo de la tabla que el Granada habita desde la cima.