El error de Masip ante el Granada reabre el debate de la portería
El portero catalán sigue contando con la confianza del cuerpo técnico, pero el buen hacer de Lunin en los entrenamientos le mantienen como una alternativa posible.
Cuando un delantero falla una ocasión manifiesta nadie pide su paso por el banquillo. Sin embargo, cuando el que falla es un portero, o un defensa, parece que los cuchillos están más afilados. Será por aquello de que los errores de estos se ven mucho más o, en teoría, tienen más repercusión en el devenir de los encuentros. Así, Jordi Masip, que salvó un punto en la última jugada ante Osasuna o ganó varios mano a mano ante el Villarreal antes del 1-0, se ve ahora cuestionado por un error grave, el tanto de Carlos Fernández el domingo. Es verdad que el catalán, a partir de ese gol, estuvo nervioso y se le escaparon un par de balones más.
Esta actuación ha vuelto a abrir el debate sobre si Andriy Lunin debería ser el portero titular del Real Valladolid. El campeón del mundo sub21 viene entrenándose bien, gusta al cuerpo técnico y cuenta con la presión que se hace desde Madrid y desde el club merengue, pero el titular, al menos en Cornellá, tiene pinta de que seguirá siendo Masip. No es Sergio González un entrenador al que le guste señalar a sus futbolistas en caso de error.
Aunque siempre hay que mirar muchos otros aspectos, como la seguridad que transmite el portero, la experiencia, los reflejos o la valentía a la hora de salir, los datos también nos pueden dar una pista más de quién debería jugar. Son fríos e interpretables. Así, la temporada pasada, Lunin jugó en el Leganés sólo siete partidos, entre Liga y Copa, encajando el mismo número de goles, siete. Por su parte, Masip, esta temporada, ha recibido ocho goles en seis partidos, mientras que la campaña pasada encajó 45 tantos, en 35 partidos.