Zidane se entrega a sus clásicos
Ante las dificultades del club para satisfacer peticiones como la de Pogba, el francés apuesta por el núcleo duro de las tres Champions League. Keylor, la excepción.
El de Kroos ha sido el último ejemplo. Antes llegaron los de Marcelo, Isco o Benzema. La renovación del alemán, que ha extendido su contrato con el Real Madrid hasta 2023, un año más de lo que tenía firmado, es otro gesto más de lo que apunta a ser el nuevo Real Madrid de Zidane en la temporada 2019-20: de la revolución que iba a ser a la evolución en la que, parece, va a terminar el asunto. La temporada blanca pide a gritos cambios estructurales, pero lo que de momento se trasluce es un modelo de continuidad con retoques y basado en la esperanza de que los futbolistas que este curso se han estrellado puedan volver a brillar como ya hicieron.
Hazard está prácticamente hecho, falta el acuerdo final con el Chelsea (el debate por el precio se mueve ya en una horquilla de 20 millones); Jovic, más de lo mismo, pendiente de anunciarse por 60 millones; y el problema viene después: el Madrid no es capaz de superar las dificultades para acometer otras operaciones. Mbappe, pese a sus recientes palabras, es un objetivo de cara al próximo verano; Neymar es más factible, pero depende de que el brasileño dé un paso adelante, aunque la afición blanca no le traga; el acuerdo con Eriksen está hecho, pero falta la parte difícil, convencer a Levy de que venda por un precio razonable; y Pogba, que tampoco llena el ojo al respetable blanco, son 150 millones de euros, además de las exigencias de su agente, Mino Raiola, que tampoco agrada en exceso en la dirección blanca.
Es evidente que el mercado no es el que era hace años, pero también lo es que el Madrid parece haberle perdido el pulso a las operaciones de gran envergadura: no cierra una desde el verano de 2014, en que incorporó a James por unos 80 millones. Y Zidane, aunque le pese, tiene que acoplarse a esa situación y lo hace entregándose a sus clásicos, a aquellos que le convirtieron en uno de los técnicos más exitosos (si no el que más) de la historia del club blanco.
Su paso por el Madrid en esta segunda etapa así lo atestigua: Marcelo (810’), Varane (810’), Benzema (789’), Keylor (630’), Carvajal (630’)… Los que más han jugado en este final de temporada son su guardia pretoriana, aquellos que le llevaron hasta las tres Champions consecutivas. Y lo han hecho independientemente del estatus que tenían antes de su llegada, como Marcelo o Isco. Ambos estaban desterrados para Solari, pero con Zidane el brasileño ha sido, junto a Varane, el futbolista que más ha contado, y el malagueño es el séptimo (562’). Además, Zidane ya ha dejado claro que Marcelo es su lateral para la izquierda (aunque ha pedido competencia para él: Mendy, del Lyon) y le ha comunicado a Isco que entra en sus planes del próximo curso.
Keylor, la excepción
Y en idéntica situación quedan Kroos (recién renovado tras una conversación con el técnico), Modric, Varane, Casemiro, Ramos, Nacho, Benzema, Carvajal… Si Zidane planea una revolución, no lo parece. La única excepción ha sido Keylor Navas: Zidane ya le ha comunicado que su portero titular será Courtois y que, si quiere jugar, debe buscarse otro equipo. El tico cuenta con la confianza del francés, pero Zizou ha seguido en este caso la teoría impuesta por el club, que prefiere al belga en la portería debido a su renombre internacional y a su edad (tiene 27 años; Keylor, 32). Y la duda que planea es el peso que pretende darle a los Asensio, Vinicius, Valverde, Brahim… La renovación llega en la segunda línea, para rehacer ese Plan B que tan importante fue en la Liga 2016-17. Pero el Plan A, de momento, resiste.