Francia arrolla a Moldavia a ritmo de Mbappé y Griezmann
La campeona del mundo comenzó con buen pie su andadura hacia la Eurocopa de 2020 gracias a los goles de Griezmann, Varane, Giroud y Mbappé.
El campeón del mundo inició su camino con una amplia victoria (1-4) en Moldavia. Griezmann, Varane y Mbappé anotaron; Giroud marcó y se convirtió en el tercer máximo goleador de la historia de su selección.
En teoría, el partido no representaba para Francia un trámite complicado. El encuentro ante Moldavia enfrentaba a dos selecciones con una enorme fosa de distancia: por estatus, jerarquía, palmarés y riqueza de plantel.
Pese a la resistencia local en los primeros minutos: mostrando orden, disciplina y mucho entusiasmo, el equipo de Deschamps sentía que para quebrar aquella resistencia era cuestión de paciencia. Dominio absoluto, traslado, posesión y juego vertical fueron los argumentos mostrados y necesarios para hacer la diferencia.
Tras la apertura del marcador de Griezmann a los 23 minutos habilitado por una gran asistencia de Pogba, las cosas se tornaban mejor para los flamantes campeones mundiales, que sintieron el alivio con ese gol inicial. El dominio se fue acentuando, y el resto fue consecuencia lógica de un equipo que creció gracias a la ventaja cosechada y a otro equipo carente de argumentos para llegar e inquietar la portería de Lloris.
Francia piso el acelerador con autoridad, creándose algunas oportunidades; Varane aumentaba la ventaja tras ganar un balón aéreo y Giroud ponía el tercero a poco menos de diez minutos para irse al descanso.
Para la segunda parte, los galos aplicaron un guión repetido. Al saberse superiores, bajaron las revoluciones sin asumir riesgos. Sin la misma intensidad en el complemento, optaron por la conservación del balón, pero lejos de ser agresivos; trataban de crear alguna oportunidad aprovechando algún error de una Moldavia impotente. A lo largo del partido, Kylian Mbappé también intentó ratificar su presencia goleadora y su ímpetu lo premió: el delantero del PSG puso el cuarto a escasos minutos del final. En medio de tantas limitaciones, los moldavos procuraron darle un sentido al apoyo de una afición que nunca los abandonó. Premio a su voluntad y con complicidad de la defensa, Ambros puso el de honor a los 89, lo suficiente para regalarle una sonrisa a su gente en medio de esa caída aparatosa ,maquillada con la sensación de haberles marcado a los campeones mundialistas.
Francia no sólo logró la victoria; fue un triunfo que le sirve para sellar algunos marcas: Giroud con 34 goles se ha convertido en el tercer máximo anotador en la historia de la selección igualando a Trezeguet, y Griezmann con 27 se pone a la par de Benzema en el noveno lugar. De la mano de Deschamps, Francia promete y ratifica que la ambición sigue intacta.