COPA | REAL MADRID 0-BARCELONA 3 (1-4)
Messi tiene una función pendiente en Madrid el sábado
El futbolista argentino, con síntomas de cansancio, no lució en el Clásico de Copa, en el Bernabéu, y desea reivindicarse en el de Liga.
Los esfuerzos extras se acaban pagando y Lionel Messi llegó ayer al Bernabéu bien, con optimismo, pero algo falto de fuerzas. El exigente calendario que examina al Barcelona en el primer trimestre de 2019 provoca que el argentino no pueda lucir siempre al mismo nivel, aunque sigue siendo determinante para sus compañeros y el barcelonismo. En el Sánchez Pizjuán, ante el Sevilla, remontó él solo el partido y ayer sus piernas no estaban para muchos trotes.
"Estaba algo cansado, no hay que darle más importancia", explicaban esta mañana gente cercana al vestuario antes de la llegada de los jugadores azulgrana a la Ciutat Esportiva. "Corrió, peleó y estuvo bien vigilado", seguían explicando. La verdad es que la velocidad de Ousmane Dembélé, impreciso al inicio del partido, y la eficacia de Luis Suárez llevaron al Barça a conseguir una nueva victoria en el Bernabéu (0-3), algo que ya es considerado como algo clásico en nuestro fútbol.
Messi no lució, pero quiso aparecer. Perdió 15 balones en los 94 minutos que disputó. Hizo dos regates buenos, intentó tres que no le salieron bien, dio 42 pases buenos (de los 535 que ofreció el equipo) y los datos de OPTA señalan que generó dos ocasiones de gol, el que más en el equipo.
Messi conectó 49 con sus compañeros, siendo Busquets (13) el mejor socio que tuvo. Encontró ocho veces a Sergi Roberto, su escudero por la derecha, siete al determinante Dembélé cuando encontró espacios y sólo tres con su amigo y vecino Luis Suárez, al que le dio dos pases sencillos.
Messi quiere recuperar bien y jugar un mejor partido el sábado. Sabe que le debe una buena función al barcelonismo, que ayer se quedó con ganas de ver su mejor versión. La Pulga tendrá una nueva oportunidad y no la querrá desaprovechar.