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COPA | REAL MADRID 0-BARCELONA 3 (1-4)

Suárez aplasta el debate sobre su futuro inmediato

Sus dos goles al Madrid, que le convierten en el jugador que menos partidos ha necesitado para hacer once goles en los Clásicos, le devuelven credibilidad ante el entorno.

El delantero uruguayo del Barcelona, Luis Suárez, durante un partido.
Bagu BlancoPRESSINPHOTO/GTRES

Suárez firmó otra noche grande en los Clásicos. Después de hacer un hat-trick histórico en el partido de la primera vuelta de LaLiga, el uruguayo clasificó al Barça para la final de Copa con dos goles y un no-gol que firmó Varane. Suárez se ha convertido en el jugador que menos partidos ha necesitado para marcar 11 goles en los Clásicos (13) por delante de Messi (14) y Puskas. No era, además, la primera vez que hacía doblete en el Bernabéu. En la temporada 2015-16 ya había batido con facilidad a Navas en dos ocasiones, una con el exterior y otra picándole el balón con suavidad.

Cuando más llovían las críticas a Suárez después de su mala racha y especialmente de los goles que falló en Lyon, cuando empezaba a hablarse abiertamente de su relevo este verano, el uruguayo se despertó contra el Sevilla con el 0-4 y anoche conquistó literalmente el Bernabéu y el corazón de su gente con un partido que casi ganó él solo y que remató con un gol de penalti a lo Panenka que habla de un jugador que sigue lleno de confianza y que a sus 32 años sabe sobrellevar sin más problemas la presión.

A la espera de cómo circula el Barça de aquí a final de temporada porque el fútbol es cambiante, club y jugador da la sensación de haber ganado tiempo con el partidazo en el Bernabéu. Los técnicos, como ya se explicó en As hace unos días, ya hablan del relevo de Suárez pero están convencidos de que el charrúa tiene al menos un año más en la élite en el que debe ayudar al relevo, probablemente un jugador joven de recorrido, a adaptarse a todo lo que necesita el Barça.

El partido de Suárez estuvo a la altura de aquellos que jugó en su primer año ante City o PSG con los que empezó a conquistar a la afición del Barça. Cinco años después, sigue haciendo goles. Ya lleva 19 oficiales. En el Bernabéu, además, jugó con una templanza que extrañó en él. Sancionado para la final de Copa de 2017, no quería perderse la cita de Sevilla y por eso estuvo extrañamente calmado con árbitro y rivales. Del Suárez de anoche sólo queda una incógnita: si el cambio solicitado tenía que ver con la amenaza de sanción o con esa rodilla que terminó con hielo en el Sánchez Pizjuán y golpeada en el Bernabéu. De momento, sus goles al Madrid, los que más felices hacen a la gente, aplastan el debate sobre su futuro. Al menos el inmediato.