El Brexit tiene en vilo a la Premier y a sus comunitarios
De los 30 jugadores nacidos en España de la Premier sólo seis cumplirían la normativa. Los clubes no podrían fichar menores de 18 años.
Ministros, dirigentes, funcionarios, estudiosos del Brexit…a todos ellos se les ha preguntado lo mismo. Y después del Brexit, ¿qué? Nadie tiene la respuesta correcta porque nadie sabe en qué van a consistir los acuerdos comerciales que el Reino Unido diseñará con sus vecinos europeos tras salir de la Unión. De hecho ayer se votó en el Parlamento británico sobre una nueva negociación.
El fútbol tiene un valor de 15.000 millones de euros para Hacienda, además de un impacto cultural incalculable para la sociedad británica, así que todas las partes están interesadas en reducir el impacto. La Federación, la Premier, la Championship y el Gobierno han tenido docenas de reuniones para prepararse. Pero, ¿cómo se prepara uno para algo que no se sabe qué forma tendrá?
La Premier ha dejado muy clara su postura. Desde Karen Brady, vicepresidenta del West Ham, al presidente de la Premier, Richard Scudemore, en su mayoría los dirigentes de la liga más rica del mundo mostraron en su día su apoyo a la continuidad en la UE. Brady incluso escribió una carta antes del referéndum al resto de presidentes de clubes de la Premier advirtiéndoles del error que supondría el Brexit.
El abogado especializado en temas deportivos Paul Shapiro contó recientemente a Sky Sports que no cree que las cosas cambien mucho. “No tiene sentido que el Gobierno limite los fichajes de grandes jugadores, iría contra sus propios intereses”. No se trata sólo de impuestos, sino de imagen. Sin embargo, al igual que en otros ámbitos como la medicina, finanzas y aviación, la presión para que obtengan un estatus especial tras el Brexit ha fracasado. “No se considera que el deporte tenga una situación especial”, afirma la ministra de Deportes, Tracey Crouch.
Se supone que hasta que los acuerdos bilaterales se lleven a cabo con otros países o con la Unión Europea en conjunto, se aplicará a los ciudadanos de la UE un filtro similar al que tienen ahora los no comunitarios (cantidad de partidos jugados con la selección los dos años antes de ser fichados). Los jugadores procedentes de los primeros diez países del ranking FIFA deben haber jugado un 30 por ciento de partidos. La Selección está en ese grupo con lo que sólo seis jugadores (De Gea, Silva, Azpilicueta, Alonso, Kepa y Deulofeu) de los 30 nacidos en España que militan en la Premier podrían continuar.
La postura más proteccionista no tiene mucho apoyo en el mundo del fútbol. Únicamente el mandamás del sindicato de futbolistas, Gordon Taylor, cree que el Brexit hará crecer al jugador nacional aunque lo que ha conseguido es que Inglaterra vuelva a ser una selección competitiva es el flujo constante de competitividad en las plantillas (y los extranjeros suelen ser los mejores) y los entrenadores de fuera del país. Bale y Sancho dejarían de ser jugadores comunitarios (sería hoy el cuarto en el Madrid y solo se permiten tres) y los traspasos de juveniles se verían afectados.
Los futbolistas de 16 a 18 años pueden ser traspasados en la UE o la AEE (Área Económica Europea), pero, con el Brexit, ese privilegio desaparece. No existiría la posibilidad de fichar a Bellerín, Cesc o Piqué con 16 años por un conjunto inglés
Las reglas sobre la cantidad de jugadores nacionales en una era post Brexit divide a la Federación y la Premier. Hasta ahora ocho de la plantilla de 25 pueden haber sido formados en una cantera inglesa (deben haber pasado tres años en un club británico entre los 16 y los 21 años). La federación querría que esa cifra se elevara a 13, casi la mitad de la escuadra. La Premier se opone. El Tottenham o el City deberían desprenderse de cinco futbolistas extranjeros si esa regla se aplica.