2018 tuvo un mal final para ellos: Isco, Asensio, Keylor...
El malagueño, importante para Lopetegui, ha pasado al ostracismo con Solari. El balear no encuentra la regularidad. El guardameta, sin minutos por Courtois.
Isco era uno más para Zidane, el comodín, el jugador número 12, el recurso al que siempre recurrir. El malagueño fue titular en la ida ante el PSG, en la eliminatoria ante la Juventus y en el primer duelo frente al Bayern. También en la final de Kiev. Sin embargo, no se terminaba de consolidar como un líder en el terreno de juego. Y él quería ser un número 1.
Todo cambiaba cuando la Selección llamaba a su puerta. Isco no tuvo reparos en reconocerlo públicamente tras el amistoso ante Argentina: "La Selección me da la vida, en el Madrid no tengo continuidad...". En abril le dio la vuelta a su situación en el Real Madrid. Brilló con el balón, fue capital en el fútbol ofensivo y firmó un 98,7% de acierto en el pase. Así, acabó la temporada rozando el notable.
El fichaje de Lopetegui fue otra inyección de confianza para Isco. El seleccionador, salvavidas en sus peores momentos como madridista, era ahora su entrenador en el club. Además fue de lo más destacado en el pobre Mundial de España. Pero la temporada comenzó y el infortunio volvió a cruzarse en su camino. Una apendicitis frenó su proyección y al jugador le costó volver. Y es entonces cuando llegó Solari...
Isco pasó de ser clave para Lopetegui al ostracismo con el argentino. El actual entrenador del Real Madrid confía ciegamente en el 4-3-3 con Lucas y Bale como extremos y tampoco renuncia a Modric o Kroos en el centro del campo. A pesar de reiterar en repetidas ocasiones que futbolísticamente el '22' es de su agrado, apenas le tiene en consideración. Entre tanto, más polémicas: foto en Instagram preguntando si está gordo, pitada en el Bernabéu, enfrentamiento con la grada, renuncia al brazalete...
Keylor: de héroe a suplente indiscutible de Courtois
Un año más contra viento y marea, Keylor Navas llegó al mes de mayo y ejerció cómo héroe en la consecución de una nueva Champions. Sin embargo, en verano llegaría al Real Madrid un regalo envenenado. Deseoso de volver con su familia y sin intención alguna de renovar con el Chelsea, Thibaut Courtois aterrizaba en la capital por el módico precio de 35 millones de euros. Un fichaje a todas luces extraordinario -y más tras el Mundial del belga-, pero que acabó con la titularidad de un guardameta constante en el trabajo diario y deseoso de pelear por un puesto.
Lopetegui tuvo tacto en la inevitable transición: le dio los 90 minutos ante Getafe y Girona en las dos primeras jornadas. Keylor, iluso ante la posibilidad de mantener la titularidad, pidió no ir con Costa Rica para que no existiese excusa alguna para quitarle el puesto. Pero antes del parón de selecciones, Courtois se estrenó en la titularidad ante el Leganés.
Aun así, rememorando viejos tiempos, Lopetegui decidió alternar los porteros para las diferentes competiciones. Los tres primeros partidos de la fase de grupos de la Champions fueron para el costarricense. Pero, al igual que sucedió con Isco, todo cambió con la llegada de Solari. El argentino no tiene dudas: es entrenador de un solo portero. Alinear a Keylor ante el Melilla ya fue un mal augurio para el 'tico'. El fin de semana se terminó por confirmar. Eso sí, Navas ya está acostumbrado a superar baches como blanco...
Asensio: el estrellato exige continuidad
Marco Asensio vive en el filo. Capaz de lo mejor y de lo peor, el 2018 del futbolista mallorquín ha sido un altibajo constante. Un año más se esperaba de él un paso definitivo hacia el estrellato y, de nuevo, ha chocado con la barrera de la constancia. Frío sobre el terreno de juego, el atacante tiene ángel y demonio: o pasa desapercibido o enamora al Bernabéu.
No será por oportunidades. Asensio fue titular en la Supercopa de Europa y en las siete primeras jornadas con Lopetegui. Sin embargo, fue uno de los señalados en los malos resultados y la BBA parece haber pasado a mejor vida. Tampoco fue hábil en una entrevista en #Vamos. Aquel sonado "no soy yo el que tiene que tirar del carro" hizo a muchos cuestionarse su capacidad de liderazgo y su actitud en el día a día.
Con Solari no se termina de asentar en el once y está un peldaño por debajo de Lucas Vázquez. Sí parece ser el primer suplente cuando uno del nuevo tridente falla, aunque en el Mundialito una lesión muscular le ha impedido reclamar el puesto. Su exhibición ante el Melilla hace presagiar que su mejor versión está por llegar. Claro que, para ello, no hay otra solución que la persistencia.
Marcelo: con él, flaqueza defensiva y vendaval ofensivo
Los problemas defensivos del lateral brasileño, permanentes en el paso de los años, se han acentuado más aún con la flaqueza atrás que está mostrando el Real Madrid. Los números, desde luego, no le avalan. Ha jugado 16 partidos en lo que va de temporada: nueve victorias, un empate y seis derrotas.
De hecho, sin contar los dos partidos del Mundialito, el equipo ha encajado más goles (24) que los que ha marcado (23) con el '12' en el campo. Las dos goleadas en el torneo mundial camuflan la estadística: pasa a ser 30 goles a favor y 26 en contra.
De todos modos, la segunda mitad de 2018 no ha sido del todo mala en el terreno ofensivo. En octubre, consiguió marcar tres goles hasta que las lesiones le sentaron. En ese tiempo, Reguilón apareció como la esperanza de que el brasileño tenga competencia de garantías años después. Nada más lejos de la realidad, la buena labor desempeñada por el canterano no evita que, una vez recuperado, Marcelo vuelva a la titularidad. Ahora con Pintus trabajando, se espera que vuelva a deslumbrar en el carril izquierdo del Santiago Bernabéu.
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