Marcos Llorente, peor aún que cuando estaba Zidane
Le fue mal con el francés y estuvo cerca de salir en verano, pero se quedó y no ha tenido importancia con Lopetegui y Solari. Para Vigo, fuera de la lista.
El sueño de Marcos Llorente de triunfar en el Madrid, el club en el que se formó, sigue desvaneciéndose. Después de su exitosa cesión al Alavés (2016-2017), regresó al Bernabéu dispuesto a todo y, para su desgracia, se encontró con que Zidane no contaba con él: fue el cuarto jugador con menos participación, con 1.063 minutos.
Esa mala experiencia le hizo pensar en salir este pasado verano. Tuvo ofertas: Monchi, por ejemplo, trató de ficharle para el Roma el último día de mercado en Italia, el 18 de agosto, pero el Madrid descartó la opción. También hubo llamadas de Inglaterra y, por supuesto, de España. Pero la respuesta de la dirección deportiva del club blanco fue siempre negativa. Al final, Llorente se quedó. Lopetegui, que es un experto conocedor de las canteras y que suele apostar por la juventud, asomaba como el encargado de relanzar su carrera, algo frenada por la falta de oportunidades. Pero el ya exentrenador del Madrid sólo le puso 11 minutos en los que destacó con su despliegue cuando su equipo sufría para mantener el 1-0 ante el Espanyol.
No volvió a aparecer, ya tras el cambio de entrenador, hasta el partido de Copa, el torneo que parece su vía de escape, completando los 90 minutos en Melilla. Antes, Solari le había dejado en la grada contra el Valladolid, como haría después frente al Plzen y este sábado para la visita a Balaídos de este domingo. En total, sólo ha entrado en la lista en diez de los 18 encuentros de lo que va de temporada.