El Sevilla, celebra uno de los seis que metió al Levante el domingo.
David GonzálezDIARIO AS
Once tantos en dos partidos con sendas goleadas al Standard de Lieja en Europa League (5-1) y al Levante (2-6) han provocado que en el Sevilla se pase del pesimismo a una esperanza de ojos brillosos, pero contenidos, porque aún quedan muchas dudas sobre el rendimiento del equipo que hace unos meses comenzó a entrenar Pablo Machín. La presencia del francés Wissam Ben Yedder parece haber curado la sequía goleadora de un equipo que sumó hasta tres encuentros sin ver puerta (el derbi contra el Betis y Villarreal y Getafe en casa) y que ahora resulta en ataque tan despampanante como lució en Vallecas (1-4), en la primera jornada de Liga. Entonces surgió rutilante con un hat-trick el delantero portugués André Silva, cedido por el Milán. Silva no había vuelto a anotar hasta este domingo, cuando hizo el 1-5 en el Ciutat de Valencia. Su sociedad con Ben Yedder promete arriba muchos goles...
Los mismos que apunta a encajar una defensa que en la primera parte ante el Levante concedió una ocasión tras otra. Hasta un penalti tuvo que detener el portero checo Vaclik, otra de las grandes apariciones del Sevilla este año. Sus paradas han evitado muchos más goles y un mayor descrédito de una defensa a la que se le han lesionado dos puntales, Mercado y Escudero, con rotura y luxación en el brazo respectivamente. Sufre también la zaga sevillista porque lo mismo ocurre con los dos pivotes fichados por Caparrós, los franceses Amadou y Gonalons. Así pues, sin mucho más escudo que su buen portero, el Sevilla fue capaz de arrasar en el intercambio de golpes a dos rivales a priori peores como Standard y Levante, pero el Real Madrid es otra cosa. Machín intentará reajustar su dibujo para contener a los blancos porque un partido abierto no le conviene para nada esta vez.
Con todo, y aunque se decidió por fin a jugar con dos delanteros, no es probable que el entrenador soriano cambie muchas piezas sobre las que golearon al Levante. Sobre todo porque no se fía demasiado de los suplentes. Quizá refresque la banda izquierda con Arana, pues Aleix Vidal no estuvo a un gran nivel en Valencia.
