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FRANCIA

Griezmann revive con Francia la filosofía de "soldados" del Atleti

Su selección está demostrando ser un bloque muy sólido y al delantero le recordó el triunfo ante Bélgica a muchos partidos que ha ganado vestido de rojiblanco: "Me sentí como en casa"

Griezmann se abraza emocionado a Lucas, su compañero en Francia y en el Atlético.
REUTERS

Francia está en una nueva final, dos años después de acariciar la Eurocopa en casa, y Griezmann lo disfruta como líder de Les Bleus. Los de Deschamps no están desplegando un fútbol brillante, pero sí son un bloque sólido. Y esta situación le suena de algo. “Estoy muy orgulloso de mis compañeros. Marcamos un gol en un córner y defendimos bien. Ha sido un poco como el Atlético, me sentí bien, como en casa”, bromeaba Antoine tras apear a Bélgica.

Efectivamente, ganar 1-0 es una seña muy atlética. Y marcar a balón parado es puro Cholismo. Y Griezmann es uno de los alumnos destacados de esta religión. Y se divierte ganando con sufrimiento. No es la primera vez que el delantero hace este símil entre Francia y el Atlético. En la clasificación, tras un 0-1, éste en Bulgaria, admitió: “Era necesario defender bien. Me encantan este tipo de partidos. Fuimos un equipo de soldados”.

Los números y las sensaciones de Griezmann en este Mundial son buenos y en los cruces está siendo decisivo. Asistió en el 1-0 contra Bélgica (a Umtiti) y Uruguay (a Varane); y marcó ante los charrúas y Argentina. Y con el marcador a favor está ejerciendo de centrocampista, alargando las posesiones francesas y eligiendo siempre la mejor opción. Pero no sólo luce con la pelota.

El delantero del Mundial que más se sacrifica

Griezmann ha recuperado 22 balones, el delantero que más de toda la Copa del Mundo. Por ejemplo, contra Bélgica robó seis, cinco de ellos en campo propio, sólo menos que Kanté. Ante Argentina se le vio rebañándole la pelota a Messi en el área de Lloris. Simeone le ha convertido en una estrella mucho más sacrificada, que antepone el interés del equipo al suyo propio. Puro cholismo del que se beneficia Francia, que sólo ante Argentina vio quebrada su solidez. La final, tras el disgusto de 2016, es el gran examen parra Griezmann y los suyos…