Alemania ha llegado a Rusia con dudas y varios escándalos
Özil y Gündogan siguen en el punto de mira de la sociedad germana después de sus polémicas fotos con el presidente de Turquía.
Un avión de Lufthansa trasladó ayer a La Mannschaft a Rusia, donde prepara su debut mundialista ante México. Watutinki será el lugar de concentración de la campeona del mundo, que espera no abandonarlo antes del 16 de julio, el día después de la final. Los pupilos de Löw transmitían tranquilidad y optimismo a la hora de embarcar, pero lo cierto es que los amistosos han generado una serie de dudas en torno al estado de forma. No han ganado ninguno de los cinco últimos amistosos.
Ballack, excapitán de Alemania, fue tajante en cuanto al momento de la selección: “Ni los jugadores ni Löw pueden estar satisfechos cuando no ganas en cinco partidos. Esto tendrán que resolverlo en poquísimo tiempo para poder volver a recuperar la mejor forma. Han de mantener la concentración alta hasta el final, sólo así cumplirá con la reputación que tiene Alemania“, sentenció. Y, como si no fuera suficiente el mal momento del equipo, Özil y Gündogan siguen en el punto de mira de la sociedad germana por sus polémicas fotos con el presidente de Turquía. Los dos turco-alemanes posaron con Erdogan y le regalaron sus camisetas (Gündogan se la dedicó a “mi presidente”), causando un gran malestar.
Gran parte de la afición se pronunció a favor de no incluirles en la lista del Mundial, llegando incluso a pitarles, por lo que la Federación ha escenificado un encuentro con el presidente de la República Federal en el que ambos recalcaron su sentir alemán. La propia canciller, Angela Merkel, manifestó: “Creo que no fueron conscientes del revuelo que causarían las fotos”.