ESPANYOL

El espejo de los centrales

Amat y Mandi (51) acertaron casi los mismos pases en el campo rival que el Espanyol (53), que solo se defendió. David López y Duarte solo dieron tres pases.

Toni Rodriguez

El dato es esclarecedor, muy inusual entre dos equipos que compiten en una misma categoría y que, además, comparten teóricamente proyectos y a la práctica presupuestos. Y deja una clara interpretación: la supuesta evolución del Espanyol en las últimas siete jornadas, en las que no perdió y sumó 11 de 21 puntos, no ha logrado cambiar el chip ni la manera de jugar de un equipo austero y rácano en su juego, características que le han dado resultados ante los grandes, pero que solamente le sirven para estar más cerca del decimoquinto que del décimo en LaLiga a falta de 27 puntos por disputarse.

Dos de los tres centrales del Betis, el experico Jordi Amat e Aïssa Mandi, acertaron prácticamente los mismos pases en campo contrario (51) que todo el Espanyol, que apenas logró asociarse en 53 ocasiones por delante del mediocampo. Un pobre balance que deja otras estadísticas preocupantes, como la de que Pablo Piatti, en 45 minutos y actuando de extremo, no logró dar un pase bueno en campo contrario, mientras que Sergi Darder en una sola mitad (siete) superó a Víctor Sánchez (cinco) o a La Roca (seis), quienes jugaron todo el encuentro.

De los 224 pases buenos que dio el equipo perico, una media de 2,5 por minuto (el Betis realizó 649, lo que supone 6,2), solo el 29% se produjeron en el campo del rival, señal inequívoca de las dificultades que han ido lastrando al Espanyol durante el curso y que no se han solucionado. Hay otros motivos que provocaron este dato, al margen del desacierto de los jugadores, como recalcó Quique Sánchez Flores: “Se nos escaparon controles, pases… No tuvimos el control con La Roca y Víctor”.

Los aspectos tácticos no ayudaron. El Espanyol defendió en campo propio (solo Leo Baptistao y Gerard Moreno pasaron más tiempo en el del rival), con el error que cometió en la presión, como explicó Quique al finalizar el encuentro. Eso provocó que las recuperaciones de balón se produjeran lejos del área del Betis, lo que facilitó la presión verdiblanca. El Espanyol no logró burlarla, sin jugadores tampoco por delante del balón, y acababa despejando y perdiendo posesiones. Porque esa es otra seña perica, la de evitar las pérdidas en su propio campo. De hecho, el Betis recuperó solo un balón más que el Espanyol (16 a 15) en territorio rival. La prioridad en todos los partidos se basa en los aspectos defensivos.

Manteniendo el símil entre los centrales del Betis y los del Espanyol, hay otro dato que refleja la diferencia de estilos y la ambición. David López dio tres pases buenos en campo contrario, por cero de Óscar Duarte. Y Amat y Mandi dieron 51.

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