Ernesto Valverde se aburrió de ver los partidos de Supercopa

Ernesto Valverde es un tipo analítico. Trata de tenerlo todo controlado, pero una de sus virtudes es que sabe delegar y se fía de todo lo que le proponen. Suma. Suma en ideas y aporta cosas en el análisis para que el trabajo de todos sea aún más productivo. Desde hace unas semanas comenzó a estudiar cómo poder derrotar al Madrid y poder dejarlo a 14 puntos. Le dolió perder la Supercopa. La ida se definió en los últimos minutos (1-3) y en la vuelta, la superioridad blanca fue demasiado evidente.

El técnico extremeño siempre supo que a su nefasto estreno oficial como entrenador azulgrana le podría sacar rendimiento. Y ahora le viene la oportunidad. Los ha visto hasta aburrirse, como en su día hizo con los de la Juventus en Champions. Valverde basa el estudio de cómo derrotar a los blancos desmenuzando hasta el mínimo detalle qué sucedió aquellos días de agosto. “Tenemos que estar muy atentos y controlar el inicio de las dos partes. Ellos saldrán fuertes y deberemos controlar bien la pelota, sin equivocarnos”, indican desde la Ciutat Esportiva.

A los analistas culés les encomendaron visionar esos partidos y cinco más, tres en directo y dos más por televisión. El 2 de diciembre hubo un hombre del Barça en las gradas de San Mamés (0-0), al igual que cuatro días después en el Santiago Bernabéu ante el Borussia Dortmund (3-2). El último compromiso que vieron en directo los técnicos fue la manita que el equipo de Zidane le endosó al Sevilla en Madrid (5-0). Luego, y ya desde casa, se visionaron los dos compromisos del Mundial de Clubes que acabó ganando el equipo blanco. “No hicimos nada especial, seguimos el protocolo del resto del curso”, dicen.

De todos los informes que le llegan al buzón de correo del entrenador, Valverde elabora una copia con la que da forma a lo que debe ser la base de la charla previa. “Son cortas, pero intensas y sobre todo, buenísimas. Además, durante la semana ya va hablando con los jugadores de los aspectos que quiere que vigilen y controlen”, destacan.

Valverde lo tiene todo listo. Espera que el equipo asimile el mensaje y salga feliz el sábado del Bernabéu. El trabajo previo ya está hecho y él y todos están contentos. Ahora falta tener acierto. El Clásico ya se juega.