Los retos del Athletic para escapar de la grave crisis

En Bilbao el día después del batacazo copero está siendo duro. El Athletic se ha ejercitado a las doce del mediodía con caras largas, y la eliminación aún reflejada en su rostro. Hoy tienen una sesión de vídeos navideños y tendrán que alegrar el gesto aunque sea artificialmente. Llega lo más complicado: la reconstrucción anímica. Ziganda se ve con fuerzas y mantiene que no teme por el puesto.

Con un juego deprimente que ha llevado al equipo al decimosexto puesto (con seis puntos sobre el descenso), sin Copa y con Europa en el alero, hay pocos elementos para ser optimista. Para colmo, las lesiones de piezas importantes como Muniain, Beñat, Yeray y De Marcos añaden incertidumbre. Se puede agarrar a algunos, muy pocos, brotes verdes para arrancar:

Su gente: San Mamés es un patrimonio que muy pocos clubes tienen. A poco que el equipo mejore o se deje la piel, como al inicio del partido contra el Villarreal, la gente llevará a sus jugadores en volandas.

Raúl-Aduriz: Veteranos con muchos recursos para salir del atolladero. Aritz sigue teniendo gol y la garra de Raúl se hace ahora mismo imprescindible.

Regresos: Beñat está adelantando plazos tras su operación en el pubis y si vuelve a tope físicamente, el equipo notará su liderazgo en medio campo. Llegará con ganas de aprovechar lo que queda de año.

El efecto Yeray: El central, que ha derrotado al cáncer, podría regresar con el nuevo año y seguro que provoca un efecto contagioso en el resto de la tropa y en la platea,

La historia: Por el peso de la historia, el Athletic nunca se rinde. Quitando partidos muy concretos, como el del Formentera, este año no se ha bajado los brazos y se ha tratado de pelear por los partidos.

Mirar lo bueno: El equipo está en una crisis galopante pero debe cerrar filas y mirar lo bueno que ha hecho este año: una racha de salida invicto, fases de partidos con buena presión y las líneas juntas y la chispa con Iturraspe y Rico. Desde el fútbol de ambos ha de construir algo parecido a la recuperación.

El acicate del Madrid: San Mamés será otra cosa el sábado. Nada que ver con el desierto de ayer en Copa. Poder abatir al ogro blanco sería un punto de inflexión en este terreno deprimente que pisan los leones.