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LEGANÉS

Madrugón por ver al Atlético de Madrid en Butarque

Colas en el estadio para comprar las entradas. AS, único testigo de la llegada del primero de la fila, un colchonero que irá con su hijo, hincha del Lega.

Madrugón por ver al Atlético de Madrid en Butarque
Javier MartínDiario AS

Madrugar siempre cuesta. Más si tu turno de trabajo es de tarde. Las sábanas pesan toneladas. El despertador taladra los oídos. La distancia entre la cama y el suelo se hace abisal. La cosa, sin embargo, cambia cuando el objetivo de semejante sacrificio es comprar un par de entradas con las que ver a tu equipo en directo. Hacerlo al lado de tu hijo (aunque apoye al rival) deshace cualquier atisbo de pereza. El madrugón, entonces, merece (mucho) la pena. Bien lo sabe Enrique Martínez, hincha del Atlético de Madrid y orgulloso propietario de las dos primeras entradas que, este lunes, se han vendido en Butarque para el choque del sábado entre el Leganés y el Atleti.

Enrique ha llegado a la puerta de la tienda de Butarque a eso de las 6:30 de la mañana. Con AS como único testigo, y apoyado en el marco de hormigón de la entrada, este barrendero de turno de tarde criado en Villaverde y ahora habitante de Leganés, cuenta con pasión que no le importa en absoluto haberse metido semejante paliza para inaugurar la cola que, tres horas más tarde, ya alcanzará casi los 200 miembros. Muchos de ellos son, como Enrique, rojiblancos. "Las entradas del Wanda Metropolitano son un poco caras. Es más asequible ir a los partidos fuera", empieza a contar Enrique, que pronto se presenta como un ferviente colchonero.

"Soy del Atlético de toda la vida y mi hijo quería ir a ver el partido", insiste. Él, su chaval, no comparte los colores de su padre. Al menos no lo hará el sábado, cuando el Atlético se convierta durante 90 minutos en 'el enemigo'. "Mi hijo dice que en este partido va con el Lega. Yo voy siempre con el Atlético hasta el final", insiste satisfecho.

Enrique ya estuvo el curso pasado en Butarque, en el duelo que sirvió para inaugurar Butarque como estadio de Primera. "Fue una fiesta para los dos equipos", describe. El resultado, un 0-0 que no gustó a nuestro protagonista. "Hay que reconocer que mereció ganar el Atlético", repite con las pupilas inyectadas en el recuerdo de aquellos paradones con los que Serantes amargó la noche a Simeone y sus muchachos. También a Enrique.

En esta ocasión, al contrario que el curso pasado, los hinchas que quisieran adquirir sus localidades tenían que hacerlo acompañados de abonos del Leganés. Un 'apadrinamiento' que a Enrique le costó lo suyo. "Conseguí los abonos por medio de unos vecinos de mi bloque que son socios. Me costó darles un poco la brasa para que me los dejaran", desvela. Pero al final esos abonos fueron suyos. Como las entradas.

A eso de las diez de la mañana las puertas de la tienda se abren y Enrique compra sus localidades. Es el primero de una jornada frenética que apenas ha dejado medio centenar de tickets para el día siguiente. Sólo salieron 900 localidades a la venta. Dos están ya en el bolsillo de Enrique. El madrugón mereció la pena.

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