En Yokohama celebraron el Balón de Oro de Cristiano

El hotel del Madrid en Yokohama, situado en la imponente Landmark Tower, en la bahía de la ciudad, se ha convertido en un centro de culto para los madridistas japoneses. El equipo no pisaba la tierra del sol naciente desde 2003, el verano que fichó a Beckham. Fue en una gira de pretemporada. Había hambre de madridismo en la ciudad, más aún teniendo en cuenta que en dos de las tres anteriores veces que el equipo visitó Japón jugó la Intercontinental en el Estadio Nacional de Tokio: la del 98 que ganó al Vasco de Gama (2-1) y la que perdió en 2000 ante Boca Juniors (1-2). Sólo acudió a Yokohama en 2002, en la final en la que ganó al Olimpia de Paraguay (2-0, goles de Ronaldo y Guti).

Un centenar de ellos flanquean la puerta durante todo el día hasta que los jugadores se marchan para entrenar alrededor de las cuatro de la tarde. En la mañana de ayer la noticia del cuarto Balón de Oro de Cristiano ya había corrido como la pólvora. Hay hinchas que han montado auténticos santuarios dedicados al portugués, con todas las camisetas que ha vestido y murales confeccionados con recortes de fotografías suyas y caligrafía japonesa.

Nos acercamos para pulsar el ambiente. Ichiro habla un perfecto español. “Mis padres se fueron a trabajar a Madrid, yo nací allí…”. Sacamos varias impresiones con la foto del Balón de Oro y comienza un murmullo y luego un grito espontáneo: “¡Cristiaaano, Cristiaaano!”. Ichiro hace de intérprete. “Mucho mejor que Messi”, dice Teruhisa. “Es el más fuerte, física y mentalmente”. El grito continúa mientras las fotos del Balón de Oro se reparten entre el grupo...

La escena contrasta con la tranquilidad que se vive en esa zona de la ciudad. La actividad frenética se reparte ahora en los subterráneos de las estaciones de tren. El Madrid sólo ha cambiado en parte la vida de esta localidad a orillas del Pacífico, la segunda más grande de Japón con 3,7 millones de habitantes y la más abierta al exterior por la influencia de su puerto. La cultura occidental llevó a Yokohama las primeras fábricas de helados y cerveza del país, las carreras de caballos y el rugby.

Ahora, el Madrid ve en ella el lugar para seguir enamorando. Hay dos escuelas de la entidad en la zona, una en Yokohama y otra más al norte, a las afueras de Tokio. Se suman a las de Chiba, Nagoya y Okinawa. Más de 1.000 niños se entrenan para intentar ser como Cristiano. El Madrid ha vuelto a Japón...