Tras crearse allá por 1940, esta pasada temporada celebró su 75º aniversario, el Eibar ha vivido anécdotas muy diferentes. En los inicios y hasta alcanzado este milenio, los jugadores compaginaban fútbol con trabajo. Esto es hoy inimaginable.
Las llegadas de extranjeros al equipo azulgrana han ido modificando ligeramente la situación. El primero fue Juan Manuel Arzuaga, mexicano que estuvo allí entre 1988 y 1990. Acto seguido se fichó a Anel Karabeg (Bosnia), pero para una sola temporada.
Con el actual siglo cada vez son más los foráneos que aterrizan en Ipurua. El belga Frédéric Peiremans, cedido por la Real Sociedad (2001-02), no llegó a debutar como tampoco Aboubacar Diarra (Mali, 12-13) ni Matías Ibáñez (Argentina, 13-14).
Sí que lo hicieron teniendo mejor o peor fortuna, Igor Lediakhov (Rusia, 02-03), Sebastián Romero (Argentina, 03-04), Ricardo Varela y Avimileth Rivas (Uruguay y Colombia, respectivamente, 04-05), Federico Magallanes e Iván Pailós (Uruguay, 05-06), Nicolás Medina (Chile, 07-08), Rudy Carlier y Damián Ísmodes (Francia y Perú, 08-09), Samuel Piette (Bélgica, 09-10), Eldin Hadzic y Lago Junior (Bosnia y Costa de Marfil, 10-11), Vincent Weijl (Holanda, 10-12), Gilván Gomes (Brasil, 13-14 Federico Piovaccari, Dejan Lekic y Derek Boateng (Italia, Serbia y Ghana, 14-15) y Aleksandar Pantic, Josip Radosevic, Izet Hajrovic, Simone Verdi, Mauro Dos Santos, Takashi Inui y Gonzalo Escalante (Serbia, Croacia, Bosnia, Italia, Argentina, Japón y Argentina, 15-16, éstos tres últimos continúan).
Últimamente, la plantilla armera viene estando formada por futbolistas de distintas nacionalidades y eso despierta mucha atracción en esos países. Un ejemplo significativo es el del japonés Inui ya que siempre hay periodistas nipones siguiéndole a cada choque liguero. Ese interés también existe en otros rincones del planeta tierra. Por ello, se están constituyendo peñas oficiales por casi todos los continentes. Sólo faltan África y Oceanía para lograr el pleno, aunque visto semejante ritmo de crecimiento que llevan no descartan absolutamente nada.