—¿Cuántas llamadas ha recibido desde que el sorteo deparó un Atleti-Bayern?
—Comencemos por el principio. ¿Cómo llegó al Bayern?
—Ensus inicios tuvo que compaginar el fútbol con los estudios. ¿Era una imposición del club?
—Cuando llega al primer equipo ya estaban Beckenbauer, Maier y Müller.
—¿Cómo eran?
—¿Y Beckenbauer?
—Usted jugaba a su lado en la defensa. ¿Cómo se entendían?
—Los años 60 y 70 fueron el impulso del crecimiento del Bayern. ¿Cómo fue ese proceso?
—¿Ayudó también el cambio de estadio?
—¿La figura de Branko Zebec en el banquillo fue otra clave decisiva? Con él ganaron por primera vez la Bundesliga y la Copa en 1969.
—Dígame.
—A Zebec le sustituyó Udo Lattek en 1970. ¿Qué diferencias había entre ellos?
—El crecimiento del Bayern culminó con la Copa de Europa de 1974.
—¿Qué conocían del Atleti?
—En los días previos, jugadores como Müller o Maier afirmaron que el Bayern ganaría seguro. Aquello no sentó bien al Atlético...
—Le tocó marcar a Gárate en la final.
—¿Cómo se desarrolló la final?
—Y apareció usted.
—Reina ya no tenía ni los guantes.
—¿Cuántas veces ha visto ese gol?
—Lo habré visto poco más de un par de veces, tampoco mucho más. Estos días lo he vuelto a ver. Uno se emociona al recordarlo. Es un recuerdo maravilloso. Especialmente uno se siente orgulloso cuando se acercan aficionados del Bayern y todavía te lo agradecen. Fue un gol muy importante en la historia del club.
—¿No marcó muchos goles durante su carrera, no?
—El partido desempate fue otra historia. Fueron muy superiores y ganaron 4-0. ¿Por qué hubo esa diferencia?
—Cuando terminó su etapa de jugador, decidió no seguir ligado al fútbol. ¿Por qué?
—¿Le costó cambiar la mentalidad al dejarlo?
—Se dice que el Bayern es una gran familia y cuida a sus veteranos.
—Hablando del presente, ¿cómo ve la vuelta?
—¿El recuerdo de su gol puede tener alguna influencia en el resultado?