Luis Enrique, a evitar con Luis Suárez el ‘síndrome Etoo’

Luis Suárez lleva tres partidos sin marcar. Ante Arsenal y Sevilla estrelló dos balones en los palos además de malograr alguna ocasión impropia de su categoría como delantero. Y el jueves ante el Rayo falló su segundo penalti de la temporada (calcó de nuevo sin éxito el lanzamiento que hizo en El Molinón) y volvió a toparse una vez con la madera. Suárez aún es máximo goleador de la Liga (25) pero como perfeccionista que es sabe que uno es ‘regalado’ (el penalti indirecto con Messi ante el Celta) y que ha perdonado dos. Aunque la situación no es idéntica, es inevitable detectar cierto paralelismo con lo sucedido con Etoo en dos temporadas, la 2004-05 y la 2008-09. En ambas ocasiones, el Barça vivía un clima tan idílico como el de estos días. En 2005, los azulgrana iban a conquistar la Liga después de seis años de sequía y Etoo iba a ser el máximo goleador. Sin embargo, un hat-trick en la última jornada de Forlán (en una Barça-Villarreal para más morbo) le situó con 25 goles por 24 del camerunés, lo que le dejó cierto malestar con Rijkaard, del que le hubiera gustado una alineación más competitiva. Cuatro años después, la historia se repitió. El Barça volaba hacia el triplete y Forlán, ahora en el Atlético, adelantó en la recta final de Liga al camerunés, que hizo 28 goles por 30 del uruguayo.

Ni el Barça ha ganado la Liga ni Suárez roza todavía el trofeo de máximo goleador con once jornadas por delante, pero el vestuario quiere evitar cualquier arrebato de ansiedad en él. Iniesta, hoy capitán y a quien unía una buena amistad en el vestuario con Samuel Etoo, vivió esas dos situaciones en las que el camerunés se obsesionó con el galardón. Su fiasco personal, no obstante, no afectó a los títulos del grupo. Sería una mala noticia para el Barça que Suárez se preocupase por un objetivo que además sus compañeros se han preocupado en subrayar concediéndole la oportunidad de lanzar los últimos penaltis. Es posible que el Barça recupere la normalidad desde los once metros y suceda como en Londres, que el penalti en cualquier caso lo lance el primer designado, Messi. No obstante, las cifras de Suárez en la Liga son espectaculares. Ha marcado 25 goles en 100 disparos a portería, un acierto del 25 por ciento. Y en 39 partidos en lo que va de temporada, ha firmado 41 tantos y ha repartido 16 asistencias. Su rendimiento, obvio, no se discute. Aunque en el horizonte hay una nueva preocupación. En dos semanas, Suárez regresará a las convocatorias de la selección uruguaya. Entregado al Barcelona desde que llegó en verano de 2014, su habitual entrega añadirá un plus. Neymar y Messi, sus más cercanos, se encargan de que no piense demasiado.