El hambre de la cantera blanca ante la ilusión del Olímpic

Detrás de la alegría que genera la Copa, especialmente en esta ronda tan aparentemente democrática, se esconde la realidad de un formato de competición que niega las aspiraciones deportivas de los equipos modestos. La perversión está tan asumida que quienes reciben a los grandes, como hoy el Olímpic de Xàtiva, se conforman con la recaudación que les salvará la temporada, con la fama repentina o con pisar el césped del Bernabéu dentro de once días. Ni una esperanza de clasificación. La Federación así lo quiere: doble partido, ganancias dobles, emoción cero.

Sin intriga deportiva, encuentros como el de hoy tienen un interés anecdótico y social, cuando no costumbrista. Nos descubren que existe otro mundo, la Segunda B, donde habitan bastantes futbolistas con talento, aunque sin excesiva suerte, pienso ahora en el Guti del Alcoyano, Javi Lara, actualmente en la Ponferradina (16º en Segunda). Quién sabe si sus buenos partidos contra el Madrid, hace justo un año, le sirvieron para ascender de categoría. Es bastante probable. Esa visibilidad buscarán hoy los jugadores semiprofesionales del Xàtiva, entre los que se encuentra el colombiano Jhon Edison Mosquera, que repite experiencia. Una temporada atrás formaba parte de la plantilla del Alcoyano.

A falta de otros alicientes, el partido funciona como escaparate de ciudades (engalanadas), clubes (recién pintados), jugadores modestos (peinados de peluquería) y jóvenes pujantes con el cuchillo entre los dientes. En este último grupo hay que incluir a los canteranos del Madrid, tan notables, que poco les queda por demostrar en una cita como la de esta noche. Carvajal, Nacho, Morata o Jesé son algo más que meritorios; el Castilla ya les queda lejos. Se espera, no obstante, que no pierdan la motivación y sigan ejerciendo la presión que mantiene firme a las estrellas del primer equipo y en problemas íntimos al entrenador. Hoy es día para eso. Para señalarse nombre y dorsal.

Elegidos. Casillas, Ramos, Arbeloa, Modric o Isco y Di María serán los hermanos mayores (resignación cristiana la de Iker) en este duelo sobre hierba artificial (ojo a las lesiones). Illarramendi y Casemiro formarán el reemplazo intermedio, una pareja de mediocampistas con opciones de jugar mucho y pronto. En su caso, el experimento servirá para medir el nivel de química entre ambos.

Frente a todos ellos (Cristiano no viajará por estar sancionado en Copa), glorias madridistas confirmadas y por confirmar, se desplegará un equipo que encadena siete partidos invicto y sin goles en contra (tres victorias y cuatro empates), once futbolistas que se descubrirán al mundo en cuanto el balón empiece a rodar. Lástima que además de la fama no puedan defender también la leve esperanza de la clasificación.