Bale se marchó a Cardiff y no fue a ver jugar al Tottenham

Ni rastro de Gareth Bale hoy sobre el césped de White Hart Lane, en el amistoso ante el Espanyol (1-1), pero tampoco en la grada del estadio del Tottenham ni en sus aledaños. Se marchó a su casa de Cardiff (Gales). La afición Spur no le dedicó pancartas o cánticos. Estas han sido sustituidas por las de Soldado, quien pese a debutar (con gol, por cierto), ya gana al galés en una proporción de al menos nueve a uno.

La afición del Tottenham parece estar olvidando a Bale a marchas forzadas, e incluso su hasta ahora entrenador, André Villas-Boas, se cuestiona si volverá a dirigirlo en un partido.“Lo único que puedo hacer es informarme sobre cómo va su rehabilitación para saber cuándo puede volver a jugar”, explicó el técnico portugués, quien en la sala de prensa de White Hart Lane se remitió una y otra vez a su “problema médico”, unas molestias en el pie, para justificar la desaparición del futbolista al que pretende el Real Madrid. “Hace tres semanas que jugó por última vez, así que no sé cuándo estará disponible”. ¿Quizá ante el Crystal Palace, en el debut en la Premier League del próximo domingo? “No lo sé”, respondió lacónico Villas-Boas.

Bale, eso sí, se sigue entrenando en la ciudad deportiva del Tottenham junto a otros lesionados. Hoy lo hizo entre las 10:30 y las 14:00. Pero después no fue al estadio ni siquiera para apoyar a sus compañeros. “Creo que no estuvo, pero tampoco era su obligación”, puntualizaba Villas-Boas, quien espera que Bale no juegue este miércoles con la selección de Gales, a la que debe unirse. En el entorno del Tottenham se dice que la clave del traspaso no radicaría tanto en la cantidad, cerca de 120 millones, sino en las fracciones del pago. El club londinense habría exigido tres pagos (la mitad del total el primer año), mientras que el Real Madrid abogaría por fraccionarlo durante cinco temporadas.