"Vamos a matizar algo, pero no cambiaremos"

Jugadas a balón parado, intensidad defensiva y presión son los déficits del Huesca según Onésimo, y en ellos está trabajando a lo largo de esta semana. Lo que más preocupa al técnico es cómo frenar los goles en contra: ocho en los siete últimos partidos. Un problema que quiere cortar de raíz, ya que mañana vista El Alcoraz el máximo goleador de la categoría, el Barça B, con 18 goles a favor en los últimos cuatro partidos

A Onésimo le preocupa, pero el Huesca no va a cambiar: "Si intentamos apretar lejos y no nos va bien, va a haber gente que nos diga que es un suicidio. Si nos metemos atrás y les esperamos y no nos va bien, dirán que nos asustamos. Nosotros no vamos a cambiar, yo no cambio por el rival. Matizo pero nunca cambio". El Huesca ya frenó al Barça B en el Mini Estadi y la presión asfixiante al rival se convirtió en su principal arma. "Nos gusta juntarnos, apretar lejos, intentar defender lejos de nuestra área y los matices que trabajamos están en la presión", explicó Onésimo.

El Alcoraz tendrá una buena entrada para recibir al filial del Fútbol Club Barcelona, una cantera admirada por Onésimo, pero él prefiere a su equipo: "No cambio a ninguno por los míos. Los míos son los que tengo, estoy contento con ellos y no cambio a ninguno. El Barça B tiene grandísimos futbolistas, en unos casos realidades y en otros proyectos muy avanzados. Siempre va a ser motivante ganar a un equipo como el Barça B."

"Llevamos cero goles de falta"

El entrenamiento de ayer estuvo protagonizado por un torneo de faltas. Onésimo midió la efectividad de sus jugadores: el que más marcara las lanzaría en el partido. Los candidatos fueron Camacho, Gilvan, Rigo, Iñigo Pérez y Víctor Pérez. Faltas desde la frontal que supusieron un festival de escuadrazos, pero el técnico pide más: "Todos dicen que la pegan bien y yo les digo que la pegan bien, pero llevamos cero goles de falta". Según el entrenamiento, el que más confianza tiene es Rigo, que marcó tres de los cuatro lanzamientos.