Al Huesca continúa atragantándose su campo

El Huesca continúa con la asignatura pendiente de ganar en su campo, donde sólo ha conseguido una victoria, y nuevamente dejó escapar dos puntos frente al Granada tras un empate que sabe a poco a los dos, a los locales porque les acerca al descenso y a los visitantes, porque les impide engancharse a la parte alta de la tabla clasificatoria.

Los primeros veinte minutos fueron de un fútbol fluido, bonito y abierto por parte de ambos equipos, que buscaron la portería contraria llegando con peligro en algunas acciones.

La velocidad del juego era la tónica predominante de ambos conjuntos, aunque era el andaluz el que era capaz de plantarse en el área rival en escasos segundos dando mucha sensación de peligro.

La primera ocasión del partido fue para Orellana, en el minuto 9, y posteriormente, en el 11, Geijo tuvo la mejor opción de marcar, aunque atrapó bien el balón el meta local Andrés.

El Huesca también se aproximó a la portería de Roberto, aunque no dispuso de ocasiones tan claras como su rival.

Con el paso de los minutos, el juego fue a menos, contagiándose los dos equipos que estuvieron más pendientes de no encajar gol que de buscar la portería contraria y por ello el juego se volvió espeso y con muchas pérdidas de balón.

El Huesca no tuvo las ideas claras de medio campo hacia arriba ante un Granada que, bien ordenado y con calidad, mostró buen hacer y que no pasó por demasiados apuros.

Tras el descanso, el Huesca salió más decidido a por el encuentro y a poco de comenzar, en el minuto 51, Corona remató de cabeza alto tras un córner, siendo la mejor ocasión de los propietarios del terreno de juego un minuto después cuando el delantero Roberto, cerca de la meta, no supo batir a su tocayo en la portería del conjunto andaluz.

El equipo aragonés dominó el centro del campo, lo que hizo que llegara con más facilidad que en la primera mitad al área granadina pero, como ocurrió en aquel periodo, se fue desinflando y el juego se tornó más espeso para ambos conjuntos y los cambios tampoco dieron frutos.

La segunda tarjeta amarilla del central navarro Echaide, cuando prácticamente terminaba el partido, no complicó excesivamente la vida a los oscenses en los cinco minutos de prolongación porque aragoneses y andaluces parecieron dar por buena la igualada.