"La gravedad de mi lesión la dictaminará la artroscopia"

Javier Acuña aseguró ayer haber digerido ya la grave lesión de rodilla que sufrió frente al Numancia y que lo obligará a pasar por quirófano el próximo 9 de diciembre. "Estoy bien. Me lo he tomado bastante bien porque ya tuve otra lesión similar en la otra rodilla. No queda otra cosa que pasar por el quirófano lo antes posible para volver cuanto antes", dijo el delantero paraguayo, quien parece haber asumido la posibilidad de que, en vez de una rotura parcial del ligamento interno, sufra una rotura total, con lo que diría adiós a la temporada: "Soy consciente de mi lesión, porque algo me han dicho ya, pero hasta la artroscopia no sabré del todo qué tengo. Espero que sea lo mínimo y, si hay que decir adiós a la temporada, no me sorprenderá, así que habrá que tener la cabeza fría y tirar adelante porque no queda otra salida". En este sentido, reconoció que la grave lesión que lo apartó siete meses del fútbol la pasada campaña lo ha ayudado ahora: "Me lo tomo con más calma porque en la primera me había comido mucho la cabeza y había tenido un bajón, pero ya pasé por esto".

Acuña, que se resiste no obstante a dar por acabada la temporada, no cree que este nuevo contratiempo condicione su carrera: "No se acaba para nada. Sí que ha sido mala suerte porque ya dije que esperaba que no me volviera a pasar, pero soy muy joven y aún tengo muchas cosas que demostrar. Aquí no acabó todo y me queda mucho por delante".

En otro orden de cosas, y haciendo referencia a la trayectoria del equipo, Acuña lamentó no poder ayudar ahora que ha sacado la cabeza: "fuera se sufre muchísimo, pero apoyaré desde fuera a mis compañeros como si estuviera dentro".