Florentino: "Raúl estará aquí de lo que quiera y cuando quiera"

El termómetro fue subiendo de temperatura en las horas previas al Clásico, que simbólicamente comenzó con el inicio del programa Punto Pelota de Intereconomía. Veinticuatro horas en directo de especial (Récord Guiness) por el que desfilaron, desde las doce de la noche del viernes, lo más granado de la prensa, comentaristas y protagonistas del partido. También estuvo Florentino Pérez, que tiene por delante la dura tarea del cambio generacional: "No he oído que vayamos a echar a Raúl, y si lo hubiera hecho, lo desmentiría. Estará aquí de lo que quiera y cuando quiera". Había más de qué hablar: "A Guti le gusta pensar que hay otras Ligas que le motivan más, pero siempre acaba diciendo que se siente en casa. Cuando llegué le quería el Milán y ponían un dineral, pero no quiso irse. Los genios tienen estas cosas". Aunque siempre quedará Valdano en su proyecto: "No le he pedido que se siente en el banquillo. Lo hace bien como Director general".

El Clásico se seguía cociendo en las entrañas del Bernabéu, desde donde se grababa el programa de Pedrerol. Los allí presentes (muy periodistas la mayoría de ellos) sentían verdadera curiosidad por qué harían los jugadores del Madrid en su entrenamiento matinal. Los empleados blancos lo arreglaron corriendo un tupido velo que impidió ver los últimos preparativos de la plantilla, muy aclamada luego a su llegada al hotel Mirasierra, donde quedarían concentrados, por cientos de aficionados.

Ni siquiera el tupido velo impidió que por la mañana saltara la noticia. Guti había llegado unos minutos tarde al entrenamientos matutino, el móvil de Iñaki Cano sonó y saltó la noticia: Gutiérrez era el descarte. Se quedó en bulo...

El Bernabéu seguía en ebullición. Con la reventa dando sus últimos y más caros coletazos y con decenas de peñistas de Madrid y Barça que se unieron en acto de confraternización en el antepalco del Bernabéu. El cocido hizo el resto. Terminaron cantando el conocido Amigos para siempre... de Los Manolos.

Por la tarde. Iban pasando las horas y los alrededores del Bernabéu eran un hervidero de gente, banderas e incluso de algún pequeño perro ataviado con los colores de su equipo (o los del dueño). Los directivos de ambas entidades habían completado su almuerzo en el hotel Ritz con discursos poco punzantes, nada que ver con las rivalidades de otras épocas (y presidentes). Como muestra, las declaraciones de Florentino a La Sexta: "Si el Barcelona llega a la final de la Champions, prefiero que la gane". Amigos para siempre...