copa del rey | barcelona 1 - sevilla 2

Jaque al rey de copas

Experimento fallido de Guardiola. El Sevilla ganó y tomó una ventaja capital en los octavos de Copa ante un Barcelona con un once inicial irreconocible. Bajo la lluvia en un Camp Nou con poco ambiente, un Sevilla plagado de bajas pone en jaque a un Barça que tuvo ritmo Y ocasiones en el primer tiempo y se diluyó peligrosamente en el primer tramo del segundo. Messi remató al palo y Pérez Burrull anuló un gol legal a cada equipo, primero a Capel y luego a Bojan.

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DECISIVO. Capel marcó el primer gol y provocó el penalti del segundo.

Quería Guardiola cambiar todo para que nada cambiara pero se estrelló contra un Sevilla que lanza un órdago, casi una opa hostil contra un Barcelona que tirita ante la maldición de la Copa, que lleva ocho años sin repetir campeón. El Sevilla de las bajas ganó al Barça de las rotaciones y ahora el equipo azulgrana tendrá que evitar el K.O. con el marcador y el reloj en contra en el Sánchez Pizjuán, donde ni el 0-1 le servirá. Doble salto mortal, órdago a grande para un equipo que, ojo, ya ha mostrado trazas de superviviente de Stamford Bridge a Abu Dabi.

Quería cambiar todo Guardiola y sólo repitió dos jugadores del once que jugó ante el Villarreal. Prevista la presencia de Pinto, la revolución transformó la defensa con Milito (notable 20 meses después) y el fantasmal Chygrynskiy como pareja de centrales y Márquez como medio centro. Para adelante, Thiago para hacer de Xavi y Bojan de Zlatan. Riesgo para un equipo al que en 2010 parece que ya no le sale todo, no le funciona cualquier plan, del A, B o C. Enfrente, Manolo Jiménez presentó un equipo también de circunstancias, en su caso obligado por las lesiones pero también con sus concesiones rotatorias, Negredo y Renato en el banquillo.

Y así se comenzó a diluir lo que a priori era un duelo de colosos del fútbol español, un excitante choque de trenes que se vio hostigado por el horario, más trasnochado que nunca en la noche de reyes, por la lluvia, por la hinchazón de partidos... y así, un Camp Nou animoso pero con aspecto casi de partido amistoso, demasiadas butacas vacías, vivió un partido que parecía un intercambio de golpes algo flácido en la primera parte y finalmente un verdadero choque de Copa, vibrante y con alternativas, en la segunda. Con goles, con golpes, con ocasiones, con vaivenes, con errores arbitrales, con detalles exquisitos y pifias garrafales...

El Barcelona aireó sus dos facetas en el primer tiempo. Tuvo minutos espesos en los que ralentizó el ritmo y entregó el mando a un Sevilla rocoso, armado desde el eje vertical que formaban Drago y Romaric. Ahí aburrió y vio como Pérez Burrull anulaba un gol a Capel por un fuera de juego deshecho por el postrero toque de Milito. Pero también tuvo fases de buen fútbol a hombros de Iniesta y un Thiago activo y valiente, con la defensa valiente y concentrada y Messi intermitente pero tremendo cuando se conectaba al partido: obligó a un paradón a Palop y remató al palo con un improbable toque de balón sin ángulo, casi en la línea de fondo.

Loca segunda parte

En la segunda parte se desataron las hostilidades a partir de que el Barcelona pagara con el gol a bocajarro de Capel, sólo en el segundo palo, su pésima salida de vestuarios, dormido y con la defensa estropeando su imagen, Chygrynskiy y Maxwell lentos y corriendo riesgos innecesarios.

A partir de ahí y cuando arreciaba la lluvia llegaron minutos salvajes, esa electricidad que sólo tiene la Copa y que formato y calendario se empeñan en robarnos. Burrull anuló a Bojan un gol por inexistente falta de Zlatan. Poco después el sueco embocó tras una mala salida de Palop un pase de Márquez que cruzó todo el campo. Casi en plena celebración, Chygrynskiy agarró a Capel y Negredo marcó de penalti el 1-2 con dedicatoria para Sergio Sánchez. Todo en unos pocos minutos, todo sin tiempo para pestañear.

Después lo intentó el Barcelona, ya con Busquets y Xavi en el campo y con un cuarto de fútbol y tres de épica. Lo tuvo Messi solo ante Palop, hubo balones colgados y más energía que ideas. Pero el marcador no se movió y el Sevilla toma una ventaja crucial de cara al partido de vuelta ante un Barça en el que siguen las dudas de los últimos partidos. Cuesta que el juego sea fluido, que los goles caigan con sólo agitar el árbol. El viento ya no sopla tan a favor y el partido ante el Sevilla retrata a algunos componentes de una plantilla ya de por sí corta: Maxwell y sobre todo Chygrynskiy hicieron aguas en la segunda parte, Bojan peleó sin brillo ni éxito durante todo el partido. El campeón no está muerto, ni mucho menos, pero está contra las cuerdas. Jaque al campeón, jaque al rey de copas. Decidirá el Pizjuán.

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